En teoría, cuando los adultos cometen delitos sexuales contra un niño, la policía y los servicios sociales son informados y actúan de inmediato. Tienen el deber de proteger a los débiles y vulnerables. Pero la historia es muy diferente si uno vive en Rotherham, una pequeña localidad de South Yorkshire, al norte de Inglaterra. Durante dieciséis años, alrededor de 1.400 menores (algunos de sólo once años) han sido objetos sexuales de bandas paquistaníes que han cometido todo tipo de atrocidades.
Desde 1997 hasta 2013, las víctimas fueron intimidadas con pistolas, rociadas con gasolina y amenazadas con ser quemadas. También les hacían presenciar violaciones cargadas de violencia y les decían que serían los siguientes si contaban a alguien lo que estaba pasando. Las autoridades eran conocedoras de lo que ocurría pero se limitaban a mirar a otro lado. Los verdugos eran sencillamente intocables. ¿Y por qué? Porque todo aquel que empezara a indagar temía ser tachado de racista.
Un informe publicado ayer por el ayuntamiento de Rotherham ha conmocionado a la sociedad británica. El documento reconoce múltiples fallos en el sistema. El responsable del municipio, Roger Stone, presentó de inmediato su dimisión. ¿Cómo se ha podido llegar a este punto en el que se supone que es uno de los países más desarrollados del mundo?
Lo cierto es que la ciudadanía supo por primera vez de la pesadilla que se vivía en Rotherham en septiembre de 2012. Dos años después del encarcelamiento de cinco hombres de origen asiático por explotación sexual, el periodista del rotativo The Times, Andrew Norfolk, reveló un informe policial de 2010 donde se advertía de que esos delitos se cometían cada año en el condado de South Yorkshire por bandas paquistaníes.
Más de 200 documentos confidenciales ofrecían pruebas contundentes de un fracaso institucional absoluto para hacer frente a una epidemia de explotación organizada. La mayoría de los delincuentes sexuales identificados en el Reino Unido hasta entonces eran hombres blancos que actuaban en solitario. Pero aquello obedecía a un patrón muy distinto. Los agresores (la mayoría de origen británico paquistaní) actuaban en grupo y siempre seguía la misma pauta.
En muchos casos regentaban locales de comida rápida o trabajaban como taxistas. Primero invitaban a sus víctimas a comer, las engatusaban, iban en coche a recogerlas al colegio, las obsequiaban con teléfonos móviles para poder comunicarse con ellas. Y después acababan drogándolas y abusando de ellas. El control psicológico era absoluto. Los ataques duraban varios años. Según el testimonio de otra niña, se sentía culpable de todo lo que pasaba y sólo pedía perdón a su agresor cuando le pegaba palizas. "Pensé que me quería. Pensé que era sólo un error, que era mi culpa". En otra ocasión, cuando se negó tener sexo oral con un amigo de su violador, éste le golpeó en la cara y luego la humilló en público acusándola de puta por haber tenido relaciones sexuales con él en un parque.
En 2012, The Times advirtió que redes de delincuentes similares ya se habían propagado por todo el país. Desde Bradford, Birmingham y Blackburn hasta Derby, Manchester y Rochdale. El rotativo citaba Oxford como uno de los puntos más preocupantes. De hecho, el año pasado, nueve hombres (siete de origen paquistaní y dos magrebíes) fueron acusados de 79 delitos sexuales. En definitiva que las 1.400 víctimas de Rotherham podrían ser tan sólo la punta del iceberg.
Algunos expedientes contienen detalles escalofriantes. Por ejemplo el de una adolescente de 15 años que pasó varios días en el hospital después de que dos británicos de origen pakistaní le introdujese una botella rota en la vagina, provocándole una hemorragia grave. Otra niña de 13 años fue encontrada a las tres de la mañana con la ropa rota en una casa, rodeada por un grupo de "asiáticos" que la habían emborrachado con vodka. La Policía interrumpió la escena después de ser alertada por un vecino que escuchó gritos. Mientras que se llevaron a la niña y la regañaron por estar en estado de embriaguez, a los hombres no les dijeron nada.
La autora del informe, Alexis Jay, recalcó que era duro describir “la naturaleza aterradora de los abusos". Según esta antigua trabajadora social muchas de las pruebas que se presentaron a la policía y autoridades municipales desde 1997 fueron pasadas por alto y no se tuvieron en cuenta. "Si todas las autoridades implicadas hubieran estado menos preocupadas por sus propias agendas y sus prejuicios, y se hubieran centrado en el bienestar de los niños, muchos no habrían sufrido los abusos y la brutalidad de lo que estamos oyendo", apuntó.
Según la experta, el acoso a los menores fue durante años un problema en la localidad. "Gran parte del personal habló de su nerviosismo para identificar el origen étnico de los culpables por temor a ser tomados como racistas, mientras otros hablaron de que sus jefes les dejaron claro que no lo hicieran", apuntó.
Las víctimas pertenecían de todo tipo de clases sociales. Amy, por ejemplo, de 13 años, venía de un hogar estable, alejado de los antecedentes residenciales asociados a menudo con casos de explotación sexual infantil. La suya era una vida normal. Pero sólo en apariencia porque sus padres no podían imaginar la pesadilla que protagonizaba cada tarde. Desde las 16:30 que salía del colegio hasta las 20:30 que regresaban ellos del trabajo, la niña era víctima de todo tipo de abusos de dos hombres de entre 20 y 30 años.
Amy nunca llegó tarde a casa ni jamás durmió fuera. Pero a medida que pasaban las semanas, su madre notó que algo andaba mal. La niña se portaba mal en el colegio y en casa estaba agresiva. No era ella. Cuando al fin reveló su secreto, le dijo a su progenitora: “no llames a la policía. Esas personas son más poderosas que Dios”.
Este es el cuarto informe que identifica la situación que se vive en Rotherham. El primero, encargado por el Ministerio del Interior en 2002, ya contenía "críticas severas" a la policía y ayuntamiento por su indiferencia ante lo que estaba sucediendo ante sus narices. Pero en lugar de abordar el asunto, las autoridades locales afirmaron que los datos “se habían exagerado".
Por lo tanto, además de protagonizar portadas, está por ver si en esta ocasión la denuncia tiene efecto. Un portavoz de Downing Street señaló anoche que los fallos de las administraciones locales habían sido “espantosos". "Estamos determinados a que las lecciones extraídas de los errores del pasado sean aprendidas y que aquellos que han explotado a estos niños sean llevados ante la justicia", concluyó.
Ningún caso de Rotherham llegó a los tribunales hasta noviembre de 2010 cuando cinco "depredadores sexuales" fueron condenados por la violación a tres chicas (dos de 13 años y una de 15). Las menores se encontraban bajo la tutela de los servicios sociales. En los últimos 12 meses, 15 personas han sido procesadas o acusadas de delitos de explotación sexual infantil en la ciudad.
Vídeo: Banda de paquistaníes violaron impunemente a 1400 menores británicas durante 13 años en Rotherham
Nota personal:
Las fotos están sacadas del Daily Mail, que también tiene la noticia. Una de las 1.400 víctimas era Laura Wilson de 17 años, de las pocas que salieron en la prensa destapando estas violaciones a blancas británicas. Aquí esta la noticia: Trabajadores sociales escondieron el hecho de que la madre adolescente asesinada estaba en situación de riesgo por pandillas de pakistanies 6 años antes de su muerte
Cuanta presión debe de haber para que se haya mencionado públicamente.
ResponderEliminar¿ No será esto la punta del iceberg?
Esto lo que nos trae la multiculturalidad...
EliminarPero peores son los traidores cobardes que colaboran contra la destruccion de su raza y pueblo, y contra esa gentuza Tolerancia Cero!!!
Mirad que rapido se ha olvidado la noticia, (yo creo que esto es algo que no descubre todos los días.)
ResponderEliminarNo vamos de cabeza al abismo porque no la tenemos.
Que debera de suceder para que reaccionemos de una vez?
Si 1400 niñas son violadas y las aguas parece que estan calmadas no entiendo que más necesitamos.
Cuando se dediquen a matar masivamente ademas de violar y no solo a las niñas Europeas si no también adultos y todo a parte de lo que hacen ya de por si los terroristas de esta gente. ¿Que va a pasar? ¿Alguién va hacer algo?. A este paso si no se reacciona esta gente acaba con todos nosotros
ResponderEliminarLo que estan haciendo con los Europeos y no solo este tipo de gente si no los que ocultan y permiten esto también esto se deberia considerar racismo hacia los Europeos.
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