Los juerguistas con la esperanza de unirse a la juerga en el Oktoberfest de Munich tendrán que pasar por un control de seguridad antes de entrar en el recinto del festival de este año, las autoridades de Múnich han dicho.
Las personas que esperan poder ingresar al Theresienwiese - el gran espacio abierto donde la Oktoberfest se celebra cada año - tendrán que pasar por los controles de seguridad, incluidos los controles de bolsa, en todas las entradas, el Süddeutsche Zeitung (SZ) informó el jueves.
Y así como la incorporación de más guardias de seguridad este año, administradores de la ciudad dicen que no dudarán en bloquear todo el recinto del festival con vallas si consiguen que vea demasiado concurrido.
Por último, pero no menos importante, las grandes tiendas de campaña de cervecería a cargo de las fábricas de cerveza de Munich que atraen a miles de bebedores se abrirán una hora más tarde de lo normal a las 10 horas.
"Contexto mundial ha cambiado"
Oktoberfest - la cual bávaros saludan como fiesta popular más grande del mundo (Volksfest) celebrada desde 1810 - está siendo organizado este año a la sombra de los acontecimientos preocupantes.
Las autoridades Múnich creen que deben impulsar la seguridad después de los ataques sexuales en Colonia en la víspera de Año Nuevo, así como el peligro de ataques terroristas como los que golpearon París y Bruselas en noviembre y marzo.
La estación central de la capital de Baviera fue bloqueada en la víspera de Año Nuevo después que la policía dijera que habían recibido información creíble de una amenaza de bomba terrorista.
Oktoberfest también se convirtió en el blanco de un atentado por un terrorista de extrema derecha en 1980 en el que murieron 13 personas, entre ellas el atacante.
Pero en los últimos años, la ciudad también ha tenido que hacer frente a número de visitantes cada vez mayor de toda Alemania, Europa y el mundo para sus fiestas de dos semanas de duración de fama mundial.
El hacinamiento y la mala conducta de embriaguez y la delincuencia también han sido durante mucho tiempo una causa de molestia para Müncheners quienes se enfrentan a la afluencia anual de los clientes felices de bebidas alcohólicas.
"Nadie debe tener miedo de ir a la Wiesn [Theresienwiese]," vice alcalde de Munich Josef Schmid dijo a la SZ a principios de abril.
"No hay peligro concreto. Pero por supuesto que nosotros estamos ajustandonos al contexto global cambiante."
The Local - Germany
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