sábado, 29 de diciembre de 2012

La complicación de conservar el multiculturalismo en Europa

En 2013 dos importantes países de la Unión Europea: Alemania y Francia pueden enfrentar la agudización de problemas interétnicos e interconfesionales.

El grado de tensión en la política alemana en general, y en el problema migratorio en particular, crece constantemente en la medida del acercamiento de las elecciones federales programadas para el próximo otoño. Por lo que se refiere a Francia, el gobierno nacional ya tomó la decisión de reducir el programa de ayuda financiera a los inmigrantes. Los primeros en caer bajo el embargo serán los gitanos, básicamente los rumanos. La Unión Europea es la que insiste especialmente en la ayuda a los gitanos, pero la crisis financiera obliga a corregir sustancialmente esa política. Nuestro analista Piotr Iskandérov se referirá a ese tema.

—Al hablar en octubre de 2010 en el encuentro con los jóvenes militantes de la Unión demócrata cristiana de Alemania en Potsdam, Angela Merkel señaló que los intentos de construir la sociedad multicultural en Alemania “fracasaron completamente”.

En la Gran Bretaña, mejor que todas las palabras ilustraron la crisis en el ámbito interétnico e interconfesional los disturbios masivos en Londres, en agosto de 2011, que estallaron en el distrito de Tottenham, conocido por el gran número de representantes de las minorías étnicas que residen ahí. Intentando prevenir los nuevos excesos, los líderes de los países miembros de la Unión Europea reflexionan sobre la elaboración de nuevos enfoques, capaces de reunir los principios de la democracia y del multiculturalism o. ¿Hasta qué punto se debe respetar los derechos y los intereses de los inmigrantes y dónde termina la democracia y empieza el dictado de las minorías?

Las autoridades francesas intentaron usar la política del caramelo financiero y el palo extradicionista. Se anunció que las personas que habían participado en los disturbios en París, así como los gitanos tan detestados por el anterior presidente del país Nicolas Sarkozy, representaban una amenaza para la seguridad nacional y tenían que ser expulsados. No obstante, para no reñir con la UE, el gobierno francés inició los programas de ayuda financiera a los inmigrantes, incluyendo a aquellos que pensaban dejar el país.

Otro enfoque del problema del multiculturalismo se reduce a los intentos de reconciliar al máximo las diferentes culturas con la base en el mutuo reconocimiento y derivado de éste el respeto mutuo. No obstante, Vladislav Belov (Владислав Белов), experto del Instituto de Europa (de estudios europeos) de la Academia de las Ciencias de Rusia expresó en la conversación con La Voz de Rusia su opinión de que esos esfuerzos son poco eficaces:

—La esfera intercultural, el ambiente intercultural, la gerencia intercultural representan una temática bastante complicada, que no por casualidad es discutida tan activamente en Europa. Yo pienso que puede haber reacciones positivas hacia semejantes intentos de reconciliación de dos culturas, digamos, así: por un lado dichas culturas coexisten pacíficamente, pero por el otro están enemistadas en ciertas áreas, tales como la política o la vida cotidiana.

A los críticos de la política de multiculturalismo no les gusta ni el financiamiento de los inmigrantes por cuenta de los contribuyentes, ni el coqueteo con ellos por medio de nuevas mezquitas y días feriados, ni la publicación de ilustraciones de temas islámicos. En la misma Alemania las próximas elecciones federales se realizarán seguramente bajo las consignas de no sólo “Basta de alimentar (dar de comer) a los griegos”, sino también “Basta de tolerar la expansión demográfica de los extranjeros”. El ideólogo de esta última es el antiguo miembro del Consejo de Administración del Banco Central de Alemania Thilo Sarrazin (Тило Саррацин), que está convencido de que “Alemania está autoliquidándose ”. Los turcos “conquistan Alemania exáctamente como los albaneses de Kosovo conquistaron Kosovo: a través del mayor nivel de natalidad”, está convencido el autor del libro sobre el problema de multiculturalismo que hizo tanto ruido.

Como lo reconoce Alexander Rar, destacado experto alemán, “la actividad de las autoridades de los países de la UE encaminada a preservar las tradiciones europeas cada vez más parece ideología. Siendo que ésta última siempre es intolerante hacia los demás. Mientras que Alexey Vlásov, director general del Centro politológico ruso “Norte-Sur” señaló en la plática con La Voz de Rusia la existencia de “dobles estándares” en los problemas europeos tan actuales:

—En mi opinión, se necesita todavía un trabajo serio y minucioso para determinar las actuales realidades geopolíticas europeas. El sueño de (Charles) de Gaulle sobre el espacio europeo desde el Atlántico hasta los (Montes) Urales y hasta más allá, se realizó. Pero no lo hizo otro sueño: de que se formaran las reglas del juego comunes honestas, abiertas, transparentes, libres de “dobles estándares”.

Sea como sea, pero queda abierta la principal cuestión de las realidades europeas: la preservación del núcleo cultural nacional de la civilización europea y el respeto a la diversidad étnico-confesion al existente y hasta creciente en Europa. 

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