Así lo informó la organización “Media control”, tras una revisión especial de las cifras de libros más vendidos de los últimos diez años.
“Media control” no ha comunicado las cifras exactas de ventas pero indica que el libro de Sarrazin, aparecido en agosto pasado, ya se ha vendido más que el best-seller “Ausser Dienst” del ex-canciller alemán Helmut Schmidt.
En su libro, que lleva el subtítulo “Como ponemos nuestro país en juego”, Sarrazin -que durante su etapa como senador de Finanzas de Berlín había levantado ampollas- dibuja un escenario en el que pronostica una islamización de Alemania en el curso de las próximas décadas.
“No quiero que el país de mis nietos y biznietos sea un país mayoritariamente musulmán, en el que se hable árabe y turco predominantemente, en el que las mujeres lleven el pañuelo islámico y en el que la vida cotidiana esté marcada por la llamada a oración del muecín”, escribe Sarrazin, del Partido Socialdemócrata (SPD).
Cerca de tres millones de personas de origen turco viven en Alemania y su índice de natalidad es dos veces mayor que el del resto de población.
Sarrazin niega que “los trabajadores turcos y marroquíes” hayan hecho un aporte al bienestar de Alemania, lo que en cambio, dice, sí se puede afirmar sobre los portugueses, los españoles y los italianos.
“En todos los países europeos los inmigrantes musulmanes le cuestan a la sociedad más de lo que aportan debido a su escasa actividad laboral y a los beneficios sociales que reciben”, apunta en el libro.
“Desde el punto de vista cultural y civilizador, las concepciones sociales y los valores que representan son un retroceso. Demográficamente, la fertilidad de los inmigrantes musulmanes es una amenaza para el equilibrio cultural de una Europa en proceso de envejecimiento”, agrega.
Thilo Sarrazin estaba en la junta del Banco Central Conservador de Alemania y trabajó para el FMI, así que cuando ya hacía comentarios sobre judíos y musulmanes, se puede estar seguro que los hacía con la bendición de toda la élite del poder alemán.
Atrapados con las manos en la masa con una crisis económica fabricada y ahora enfrentando un despertar del pueblo alemán –gracias a los medios alternativos, la rama alemana de la élite Bilderberg, incluyendo a sus medios corporativos, están desesperados por jugar la carta de la raza para dividir y vencer y, sobre todo, para desviar la atención de sí mismos.
Los comentarios de Sarrazin de que “todos los judíos comparten ciertos genes…que los hacen diferentes de la otra gente” salieron en una entrevista con “Welt am Sonntag” este domingo.
En la atmósfera políticamente correcta de Alemania, el claro “racismo” de Sarrazin es el signo más claro a la fecha de que la élite alemana se está preparando una defensiva ante un hipotético despertar nacionalsocialista.
Al proponer la existencia de un gen judío, Sarrazin está cerca de las teorías nacionalsocialistas y eso no lo pueden permitir. Las opiniones de Sarrazin son un escalofriante eco de las declaraciones del Ministro del Interior de NSDAP, Wilhelm Frick, que se quejaba en 1933 sobre la baja natalidad entre alemanes y la creciente proporción de “no ciudadanos”.
Helmut Schmidt, antiguo Canciller Social Demócrata, dijo que hubiera estado de acuerdo con mucho de lo que Sarrazin dijo, si se hubiera expresado más cuidadosamente. Pero no queda duda de que Sarrazin está controlado y que sus comentarios sobre judíos y musulmanes servirán para distraer a la sociedad de muy real caída de Alemania, que ha sido causada por la élite Bilderberg y los banqueros estilo Jens Wiedmann.
Esta es la élite global que introdujo políticas que han llevado a diezmar la clase media en Alemania, a la erosión del sistema educativo y al colapso de la seguridad social, al empobrecimiento de grandes sectores de la población a través del euro y de timos de crisis financieras, así como la introducción de un estado de vigilancia policial, al igual que pasó en EUA.
El Silencio de la Verdad
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