Un combatiente joven sirio del bando rebelde, hace una barbacoa con una cabeza cortada de un soldado del gobierno mientras la sangre salpica, levantándola triunfalmente por los pelos mientras posa para una foto.
Esta imagen revuelve el estómago, y seguramente se convertiría en una de las imágenes más perdurables de un conflicto en el que las reglas de la guerra ya no se aplican y reina el terror ... si es real.
La sangre puede ser vista chorreando de la cabeza a través de la parrilla sobre las brasas humeantes de la barbacoa. Si bien hinchada y manchada de sangre, la cara esta relativamente sin marcas, sus características, incluyendo un bigote bien recortado, es claramente reconocible.
La imagen, que es demasiado gráfica como para publicarla en su forma original, fue publicada en un sitio web pro-gubernamental organizada en el Líbano y es considerada como una prueba de un crimen de guerra.
El chico de la imagen es descrito como un miembro del Ejército Libre Sirio (FSA) y muestra la cabeza de un piloto de helicóptero derribado leal a Assad, que fue derribado por misiles de los rebeldes.
No hay manera de verificar categóricamente esta imagen con la tecnología fotográfica moderna y podría haber sido manipulada tan fácilmente como fue tomada.
Pero si se trata de una falsificación, arroja nueva luz sobre una guerra en la que se desdibuja la línea entre la verdad y la propaganda más allá del reconocimiento y las medidas extraordinarias para que estos enemigos socaven ante los otros.
El Dr. Craig Larkin, un especialista en Medio Oriente en el Kings College de Londres, dijo, real o no, la imagen revela el papel siniestro y creciente de las relaciones públicas en una guerra donde la simple fuerza bruta ya no es un boleto a la victoria.
Donde antes estaban confinados en campos de batalla, calles llenas de escombros, los campos de guerra y llanuras polvorientas del desierto, se han extendido en línea ya que ambas partes se disputan el control de su imagen pública y en desacreditar a la de su oposición.
"Con el conflicto ahora más o menos estancado, se está convirtiendo rápidamente en una guerra tal para cual de propaganda sobre quién está cometiendo las atrocidades más brutales, tanto para el beneficio de las comunidades locales e internacionales.
"Los rebeldes se han metido de lleno todo su corazón en Facebook para promover su misión, regularmente publicando fotos y videos de sus combatientes después de haber sido torturados o asesinados por las fuerzas sirias".
"Al mismo tiempo, el gobierno quiere justificar ante el mundo su línea de que están luchando contra una insurrección terrorista islámica".
"Es un intento de influir en la política internacional, poniendo preguntas en mente en los países como Gran Bretaña sobre si deben apoyar tales atrocidades".
La página web en la que fue publicado originalmente, pasa a enumerar los nombres de los miembros de la tripulación del helicóptero, alegando que fueron derribados mientras viajaban desde el aeropuerto de Latakia, en la costa mediterránea del país, para entregar suministros de ayuda humanitaria a los pueblos del interior.
Estos "mártires" que supuestamente sobrevivieron a la caída posterior, en la provincia de Idlib, fueron detenidos por soldados de Ejercito Libre Sirio en el desierto y todos fueron decapitados con cuchillos de carnicero y desfilaron por las calles.
De acuerdo con The Independent, los que se nombran en el sitio, son el general Souhel Akram, paracaidista principal Youssef Ma'alla, el capitán de la Fuerza Aérea Hussam Asaad, capitán de la Fuerza Aérea Ayham Al-Hussain, primer teniente Mohamed Ali Al-Dikar, primer Teniente Maias Ramadán y sargentos Sarot Ghanija y Mohamed Diben.
No está claro cuál de esos hombres es el de la cabeza de la imagen que se supone que pertenece.
Curiosamente, el sitio web también implica que los verdugos eran suníes y su víctima de la secta alauita de la división chií del Islam a la que pertenece el presidente Bashar Assad, The Independent.
Tal vez esto en sí mismo no es tan sorprendente, pero va a describir a los autores del crimen como "bandas del Ejercito Libre Sirio", mientras que la mayoría de estas atrocidades han sido hasta ahora realizados por militantes islamistas, no por esta gente y sobre todo por sectarios milicianos.
"Eso a lo que llaman ellos "bandas" es interesante ", dijo el doctor Larkin. "Es un intento de mostrar que no hay estructura para el levantamiento rebelde, que no son más que una colección de grupos dispares con ningún propósito real".
"El elemento de decapitación también juega un gran discurso para el gobierno, poniendo de relieve la decapitación como una práctica yihadista, desacreditando aún más el levantamiento ante los ojos de Occidente".
El ministro sirio Omran Zoubi dijo que no podía confirmar la veracidad de la imagen.
Mientras tanto, se supo hoy que Hezbollah grupo islámico militante está haciendo retroceder a mercenarios de la vecina Líbano para proteger a los chiíes en el lado sirio que reclaman sus hogares, aldeas y familias, que han sido objeto de ataques de los rebeldes sunitas.
El Jefe de Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, líder de muchos de los chiítas del Líbano y un aliado incondicional del presidente sirio Bashar Assad, dijo que su grupo apoya a los dirigentes de los combatientes que se llaman a sí mismos los Comités Populares.
Es la confirmación de que el poderoso grupo militante libanés está jugando un papel cada vez mayor en la guerra civil al otro lado de la frontera.
El Régimen de Siria está dominado por los alauitas minoritarios, una rama del Islam chiíta, mientras los rebeldes que luchaban para derrocar Assad son en su mayoría suní. Los Principales aliados de Assad, son Hezbollah e Irán, que son chiíes.
Las tensiones sectarias en la guerra civil se han extendido a la vecina Líbano, que tiene una división étnica similar y una historia larga y amarga de la guerra civil y de dominación por parte de Siria. Tiroteos mortales han estallado en el Líbano en los últimos meses entre los partidarios de ambos bandos de la guerra siria.
Sin embargo, en términos más generales, la participación de la profundización de Hezbolá muestra cómo la guerra civil siria está exacerbando las tensiones entre chiíes y suníes en todo el Medio Oriente.
Rebeldes sirios acusan a Hezbollah de combatir junto a las tropas de Assad y atacar a los rebeldes desde el interior del territorio libanés.
En los últimos meses, la lucha se ha prolongado alrededor de varias ciudades y pueblos habitados por una comunidad de unos 15.000 chiíes libaneses que han vivido durante décadas en el lado sirio de la frontera que no está claramente delimitado en los lugares y no está totalmente controlado por las autoridades fronterizas. En su mayoría son ciudadanos libaneses, aunque algunos tienen doble ciudadanía o son de Siria.
Antes del levantamiento de Siria entrara en erupción hace dos años, decenas de miles de libaneses vivían en Siria.
El enclave chiita libanés en el lado sirio de la frontera está cerca de la ciudad central de Homs y al otro lado Hermel, una región predominantemente chiíta en el noreste de Líbano.
Un comandante de los Comités Populares, dijo que los pueblos chiítas han sido atacados repetidamente y algunos residentes han sido secuestrados y asesinados por los rebeldes.
Dijo que llevaron a los chiítas locales a tomar las armas para defenderse.
"Estamos en un estado de defensa. No tomamos partido (entre los rebeldes y las fuerzas del régimen). Estamos aquí para defender a nuestro pueblo en los pueblos ", dijo el comandante, Mahmoud, que sólo dio su primer nombre por temor por su propia seguridad.
"Nosotros no atacamos cualquier área. Nosotros sólo defendemos nuestros pueblos".
Daily Mail
Esto está cada vez más feo. Se ha estancado el conflicto. Hasta hace meses confiaba en una victoria más o menos próxima del gobierno y ejército sirio, pero ha quedado claro que mientras muchos países sigan financiando a los islamistas sublevados la guerra va para largo.
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