En su edición del 26 de febrero pasado Der Spiegel, informó sobre los problemas planteados por el proyecto del mercado transatlántico, apoyada activamente por el Presidente de los Estados Unidos y la canciller alemana, así pues, la apertura de negociaciones fue anunciado oficialmente.
El diario alemán dijo que este proyecto provocará la furia de los europeos, y especialmente a los campesinos que con razón ven este proyecto como una seria amenaza para el futuro de su agricultura.
El propósito principal del acuerdo es, en efecto permitir que los EE.UU. entren en el mercado de alimentos en Europa.
Hasta ahora, hemos estado protegidos de la invasión de carne de vacuno con hormonas y de aves de corral tratados con cloro, además, la mayoría del ganado se alimenta con plantas modificadas genéticamente, todo ello gracias a una normativa de protección de salud, que podría desaparecer.
En su informe de 15 de abril, el grupo de reflexión europeo LEAP, escribe que este tratado de libre comercio es parte de una serie de este tipo de acuerdos con los EE.UU. que tratan de imponer, con la esperanza de encontrar un crecimiento más evanescente . LEAP considera que el proyecto no tendrá éxito porque habrá demasiadas dificultades que hay que superar para lograr esto, pero teniendo en cuenta la determinación de los principales líderes políticos y empresariales de Europa y América, se les permite hacerlo sin miedos.
La Ministra de Comercio Exterior, Nicole Bricq y el economista Jacques Sapir, a su vez han denunciado el proyecto de acuerdo en que podría conducir a una gran cantidad de reubicaciones industriales de los Estados Unidos, debido a la muy alta cotización del euro y de la debilidad de los salarios de Estados Unidos que han disminuido significativamente desde 2008.
Novopress
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