Pero la propuesto ha terminado en la cuneta antes de empezar. ¿La razón?, el número de inmigrantes que vive allí es más alto que el de noruegos. Más del 55% de todos los residentes de Furuset son personas de origen étnico distinto al noruego. Como resultado de la "fuga de blancos" que se ha producido en las últimas décadas desde barios del este de Oslo, por lo que los precios de las viviendas han disminuido en las zonas más vulnerables.
La constructora se ha negado a poner en marcha la construcción de las nuevas viviendas en Furuset, pues cuando el precio del metro cuadrado es tan bajo, uno simplemente no puede ganar nada en la construcción. El precio de venta rondaba los 45.000 coronas noruegas por metro cuadrado. (un poco más de 6000 euros). Hoy el precio de una vivienda de segunda mano en Furuset es aproximadamente de 25.000 coronas noruegas por metro cuadrado.
Varios debates han hecho estragos en los medios de comunicación durante los últimos años sobre los barrios del este de Oslo. Muchos de ellos han conseguido una mala reputación y cada año varios noruegos étnicos se mudan, siendo reemplazados por inmigrantes, principalmente por personas de países no occidentales. En las escuelas de Vestli y Rommen, hasta un 95% de los estudiantes no son étnicamente noruegos. Esto ha provocado que los precios de las viviendas en las zonas circundantes cayeran significamente en el valor. La comparación se hace con aquellas zonas donde los noruegos son todavía la mayoría, donde los precios están aumentando de manera constante año tras año.
El gobierno de Furuset no ha hecho ningún intento de poner freno a la inmigración masiva. Ha salido constantemente historias en las que los noruegos se sienten preocupados por la situación en numerosos artículos y cartas a los periódicos. Ellos argumentan que están luchando contra el vandalismo, la suciedad, el ruida, la falta de comunidad entre los residentes etc. La fuerza de conexión es importante, es el pegamento de una sociedad, que está a punto de separarse. La gente no aguanta más y por ello actúa.
El crimen en la calle ha aumentado dramáticamente desde los primeros inmigrantes que se trasladaron a Furuset. El robo, los apuñalamientos, los asaltos con violación, tiroteos y asesinatos perpetrados por pandillas suceden con demasiada frecuencia apareciendo en los periódicos de la capital. Más de 200 personas están activas en las bandas de delincuencia en el noreste de Oslo, muchos de ellos pertenecen a Furuset.
La estación de la policía del distrito de Stovner, tenía en el 2011 más de 10.000 críticas de opinión. Hay 27 críticas todos los días del año. (se refiere a denuncias de los ciudadanos). Es cierto que desde el año 2001, las críticas han pasado de 8000 a 18000 en la actualidad, pero desde entonces miles de noruegos étnicos se han marchado del lugar.
La política del gobierno sobre la inmigración e integración ha fracasado totalmente, y lo han admitido. Las consecuencias empiezan a hacer realmente visibles. Con esta noticia, Furuset ha dado un gran paso para ser calificado como gueto.
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