Roma - 24 de febrero 2015 - El Consejo de Ministros el 27 de febrero debía entregar la reforma tan anunciada. Entre los cambios, habrá un poco de preocupación de que los hijos de inmigrantes que se sientan en los bancos, por ejemplo con respecto a la primera instancia, con la enseñanza del italiano como segunda lengua.
La integración de estos chicos será uno de los "pilares del decreto "La buena escuela'", porque "la escuela es la base, el escenario ideal para convertirse en ciudadanos sustanciales", dijo el pasado jueves en el ministro de Educación de Roma Stefania Giannini. Inaugurado un evento titulado «Las escuelas en contextos multiculturales. Promover y regular la integración desde el gobierno", a la que asistieron 250 entre directores, maestros, estudiantes, padres de familia y representantes de asociaciones.
"Queremos proporcionar a las escuelas las herramientas científicas, educativas y apropiadas de organización y dar centralidad a la enseñanza de idiomas, porque el lenguaje es el pasaporte de la comunicación y la integración", dijo Giannini. En esta ocasión, se presentó un resumen del nuevo informe "Los alumnos con nacionalidad no italiana. Entre las dificultades y los éxitos", hechos por el Ministerio publicado.
El informe muestra la nueva cara de nuestra escuela, donde en el año escolar 2003/2004 había casi 803.000 niños sin nacionalidad italiana, el 9% de todos los alumnos. (o 1 de cada 10 estudiantes italianos). En comparación con 2001/2002, cuando eran 196 000 y representaron el 2,2% de la población escolar, por ello se ha cuadruplicado.
Si se mira en lo que está escrito en los documentos, los más numerosos son los estudiantes rumanos (154.621), albaneses (107.847) y marroquíes (101.176), pero seguir considerándolos extranjeros es un error. También porque más de la mitad de estos nuevos estudiantes (es decir 415 283, el 51,7 por ciento) nació en Italia y, tarde o temprano, nos guste o no a nuestros legisladores, tendrán la nacionalidad italiana.
Más bien, debemos pensar en las dificultades que estos alumnos encuentran en su escolaridad. El informe señala cómo sus retrasos y repeticiones en las tasas son significativamente más altas que la de los italianos, en todo tipo de escuelas. Un hueco que se llena porque la escuela es realmente "bueno" para todo el mundo.
Stranieri in Italia
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