Europa es el único continente donde hay más personas que no estarían dispuestas a tomar las armas en caso de guerra que ciudadanos que sí lo harían
Una Europa que se distingue así del resto del mundo, como recogen los datos de las 62.398 entrevistas realizadas en 65 países del mundo por la Red de Institutos WIN. Es un caso único, de hecho: en todos los grandes ámbitos territoriales analizados en el mundo la proporción de los dispuestos a luchar en caso de guerra es mayor que la de los que no estarían dispuestos a hacerlo.
Sólo Grecia, Suecia y Finlandia se salen de la media, siendo los únicos Estados europeos donde es mayor la proporción de ciudadanos que se armaría en caso de guerra.
En cambio, donde el pacifismo se deja a un lado es sobre todo en Oriente Próximo y en el Norte de África. En estas dos regiones, el 83% de los encuestados se ha dicho favorable a dar el paso al frente, un punto porcentual más que en Asia Occidental.
Estos datos van de la mano de las respuestas según la religión de los entrevistados: el 78% de los musulmanes sí combatiría por su país, frente a un 50% entre los cristianos católicos y un 51% de judíos.
(En el link pueden ver el mapa con los porcentajes de cada país. Después de estos resultados nefastos, ni aún así somos el peor país de Europa, pues Países Bajos con el 15%, Alemania con 18% o Bélgica con el 19%, nos superan.)
El Confidencial
El PSOE aboga por dar asilo a cualquier inmigrante que entre en Ceuta
La secretaria de Inmigración del PSOE de Ceuta, Mayda Daoud, considera que a cualquier inmigrante que llegue a Ceuta, ya sea saltando la valla del perímetro fronterizo o de cualquier otra forma, se le debe tramitar “directamente el asilo” porque el mero hecho de que entre en la ciudad “significa que lo que está buscando es refugio”.
Así lo ha explicado en una comparecencia en la que ha criticado que la apertura de las Oficinas de Asilo en los puestos de Tarajal y Beni Enzar, en Ceuta y Melilla, sea una medida “electoralista” que el Gobierno de Mariano Rajoy ha tomado ante las presiones de la Unión Europea y de las organizaciones defensoras de derechos humanos, como ACNUR. Daoud también cree que debe mejorar la cooperación con Marruecos como país de tránsito de los migrantes para conseguir un flujo migratorio “más controlado y regularizado que es también lo que quiere Europa”. La socialista ha recordado que la postura de su partido es la de negar de plano las devoluciones en caliente –o rechazos en frontera- “porque son inasumibles y están en contra de los derechos humanos” y ve contradicciones entre las palabras del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que inauguró estas dependencias en ambas ciudades esta misma semana, y la posición del Partido Popular, que ha aprobado en solitario en el Senado la nueva Ley de Seguridad Ciudadana en la que se ha introducido una enmienda para dar cobertura legal a los rechazos en los perímetros fronterizos de las ciudades autónomas. “Me pregunto cómo van a llegar esas personas a Ceuta a pedir asilo si se les va a rechazar en la frontera”, ha dicho Daoud, que recuerda que no solo los partidos de la oposición o las ONG han criticado las devoluciones, “sino también el Consejo de Europa y el Comisario de Derechos Humanos”.
“Lo que esperamos es que esas oficinas de asilo funcionen bien y que cuenten con los recursos y medios humanos suficientes para que cumplan una buena función y que velen por los derechos humanos, que es algo en lo que venimos insistiendo desde hace años”, se queja Daoud, que califica de “inasumible y nefasta” la política migratoria del Partido Popular. “Tienen que hacer algo por subsanarla”, ha rematado.
“Nosotros sí que velamos por los derechos humanos”
Daoud también ve diferencias entre el trato recibido por los inmigrantes durante la crisis de las vallas de 2005, gobernando José Luis Rodríguez Zapatero, y la actual presión migratoria que están recibiendo tanto Ceuta como sobre todo Melilla. “Nosotros siempre velamos por el respeto a los derechos humanos”, matizó la responsable de Inmigración socialista, para la que el PP se aprovechó de una situación crítica que en ese momento pasaba el Gobierno hace una década “para criticar cualquier cosa que se hacía en inmigración hacer llamadas alarmistas y hacer campaña a costa del tema”.
El Faro Digital
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