La policía sigue preguntando a testigos después de que un joven fuera golpeado hasta la muerte por una banda en el centro de Berlín, en la madrugada del domingo, en lo que parece haber sido un ataque sin provocación.
El ministro del Interior, Frank Henkerl dijo que estaba conmocionado profundamente, y pidió un debate honestos sobre la violencia en Alemania. "No podemos cerrar los ojos ante este problema y dejarlo en silencio, mirando la brutalidad y la frialdad que se está propagando a través de nuestra capital" dijo el ministro.
A pesar de que dijo que quería aumentar la seguridad en la zona central de la ciudad donde se produjo el ataque, él también dijo que el problema comenzó en las cabezas de los atacantes. "Algunos han perdido, onviamente, todas las normas civilizadas. Eso es un reto para todos nosotros".
La víctima, un hombre de 20 años de origen vietnamita con nacionalidad alemana, había salido de un bar de Alexanderplatz con dos amigos en torno a los 4 de la mañana del domingo desùés de una noche de juerga. Los tres estaban muy borrachos, dijo el periódico Die Welt el lunes.
Debido a que su amigo estaba demasiado borracho para caminar, sus dos compañeros lo sentaron en una silla de un jardín cerrado y se fueron a buscar un taxi.
En cuestión de minutos, el hombre indefenso fue atacado por un hombre que pateó la silla en la que estaba sentado.
Trató de levantarse, pero el hombre le dio un puñetazo en la cara. La policía dijo que cuando sus amigos se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, siete hombres estaban atacando a la víctima que se encontraba boca abajo en el suelo, golpeándole la cabeza, causándole lesiones graves y dejándolo en un estado muy grave peligrando su vida.
Estaba tan malherido que los paramédicos tuvieron que reanimarlo en el lugar de los hechos. Los médicos del hospital donde fue llevado afirmaron que tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir a sus heridas.
La policía confirmó al periódico Tagesspiegel el lunes por la tarde que el joven había muerto.
Las investigaciones iniciales sugieren que el ataque no fue provocado y la policía cree que pasó por pura "sed de sangre".
"Parece que los atacantes sólo querían matar a alguien" dijo un oficial a Die Welt.
"Cuando alguien está estampando la cabeza de alguien contra el suelo, la vida de esa persona no importa".
El diario Tagesspiegel dijo que el grupo de atancantes habían salido de un bar cercano después de estar viendo un partido turco. La policía busca a cualquier persona con información sobre los hechos.
Uno de los amigos de la víctima le dijo a Die Welt que no entendía por qué ocurrió el ataque. "Él nunca ha hecho daño a nadie" dijo el amigo de la víctima.
The Local - Germany
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