En el futuro próximo, en pocos años, el Islam y los musulmanes no les
hacen falta la conquista o el Yihad contra el Occidente, porque ya están allí
dentro, la conquista será por los vientres de sus mujeres.
El Islam esta creciendo muy rápido; tanto en sus principales lugares de
influencia, Asia y África, como en el continente europeo. Los musulmanes hoy día
2012 son casi el 12% de la población mundial. Según un informe
del Pew Research Center, los musulmanes representarán en el
2030 el 26,4 por ciento de la población mundial, y creciendo. De hecho,
los musulmanes crecen el doble de rápido que el resto del mundo, de forma más
acentuada en los países en los que son abrumadora mayoría como Indonesia o
Pakistán, por ejemplo. Sin embargo, donde más relevancia tiene por su impacto es
en la sociedad occidental.
Mientras Occidente envejece de manera rápida y constante,
la natalidad entre los musulmanes es muchísimo más alta que la media de
cualquier país del denominado primer mundo. Por ello, un porcentaje importante
de los nacidos en Europa son ya hijos de musulmanes. Muy representativo de ello
es lo ocurrido en algunos estados del viejo continente. Muhammad es el nombre
más utilizado en Reino Unido para los recién nacidos, algo que ha ocurrido
también en 2010 en la capital belga.
Bruselas, reconocida como capital de Europa, podría ser un augurio de lo
que pueda ir ocurriendo poco a poco en el resto del continente. El sociólogo
Jan Hertogen ha
realizado un estudio que indica que en 2020 Bruselas tendrá 1,2 millones de
habitantes de los cuales sólo entre el 20 y el 30 por ciento serán belgas de
origen. Un 50 por ciento serán naturalizados, de los cuales una gran parte serán
de origen musulmán.
Según el informe de Pew Research Center, la población musulmana
mundial pasará de 1.600 millones en 2010 hasta los 2.200 millones en tan
sólo veinte años. En Europa, crecerá un 30 por ciento y se pasará de 44
millones 2012 a los más de 58 que habrá en 2030. Y es que la población musulmana
crecerá a un ritmo del 1,4 por ciento mientras que los no musulmanes lo harán al
0,6.
Además, hay un hecho que podría desestabilizar aún más la balanza de
población. La posible entrada de Turquía en la Unión Europea,
más que probable de aquí a veinte años, colocaría en el corazón de Europa un
país que en 2030 se prevé que tenga 89 millones de musulmanes. Si a estos se
suman los 58 que ya vivirían en Europa nos encontraríamos con 147 millones de
seguidores de Muhammad en el continente. Uno de los diez países con más
musulmanes del mundo tendría un importante peso en la Unión Europea. El ex
dictador libio, Muamar Gadafi ya
dijo que el primer paso para la islamización de Europa es el ingreso de
Turquía.
La repercusión de este hecho se acrecentaría debido al alto número de hijos
que tienen los musulmanes en contraposición con la bajísima natalidad que se da
en los distintos países. Y otro hecho básico es la juventud de esta población,
lo que les sitúa con ventaja para seguir creciendo en número pese a que en
Europa el número de hijos es menor que en zonas menos desarrolladas como Asia.
Según Eurostat, ninguno de los 25 países de la Unión Europea
supera los dos hijos por mujer por lo que no se garantiza el reemplazo
generacional.
En este sentido, en 2030 habrá un total de 10 países del continente
europeo que tengan más de un diez por ciento de población musulmana.
Sin contar aquí a Turquía, Kosovo y Albania tendrían una clara mayoría de fieles
del Islam. Bosnia y Macedonia estarían cerca del cincuenta por ciento mientras
que Montenegro se quedaría en el 21,5%. Sin embargo, ya habrá tres países de la
actual Unión Europea que superen este diez por ciento. Uno es Bulgaria, con más
del 15 por ciento. Pero los otros dos son mucho más representativos al ser
fundadores de la Unión. Francia llegará al 10,3 por ciento, con casi siete
millones de musulmanes y Bélgica alcanzará el 10,2%. Otros estados como Suecia,
Austria o Reino Unido se acercan al 10 por ciento. Por su parte, el país más
poblado de la UE, Alemania, tendrá más de 5,5 millones de musulmanes. Mientras
tanto, España llegará en 2030 a los casi dos millones de
musulmanes.
Ante esta situación, los mandatarios europeos comienzan a plantearse los
postulados que han llevado a esta situación que en muchos casos es de no
integración, lo que ha provocado que en ciertos sectores haya crecido el
fundamentalismo islámico. El primer ministro británico, David
Cameron, y la mandataria alemana, Angela Merkel, ya
han denunciado públicamente el fracaso del multiculturalismo.
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