Durante más de una año un marroquí ha sembrado el terror en el campo de Ragusa, la provincia siciliana más afectada por la inmigración, con una tasa de
inmigrantes el doble de la media de la región. El diario Corriere di Ragusa lo
llama “el marroquí sin freno”.
El criminal destrozaba las cámaras de vigilancias, pero en su último delito se dejó una sin inutilizar y los Carabineros han podido identificarlo. Se trata de un marroquí de 32 años, inmigrante ilegal, muy conocido ya de la Policía por numerosos robos y actos violentos. Un registro efectuado en una cabaña donde se refugiaba ha permitido recuperar distintos objetos robados.
Este individuo había sido empleado durante unos días en una granja en la después ha robado, pero fue rápidamente despedido por su vagancia y su abuso continuado de bebidas alcohólicas. Se presume que ha actuado en parte por venganza.
En la granja donde ha sido filmado por una cámara de seguridad, las imágenes lo muestran violando repetidamente a una perra. El marroquí ha sido trasladado a la prisión de Ragusa. Se le acusa de una larga lista de delitos: violación de domicilio, estragos e incendio, robo en domicilio particular, robo en empresa agrícola, malo tratos a animal. todo ello con el agravante de haber cometido estos delitos estando en situación ilegal en Italia.
Novopress
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