“Estos son pasos muy positivos”, dijo Peter Feldmajer, presidente de la Federación de Comunidades Judías de Hungría, a la AFP. “Sin embargo, aún queda mucho por hacer” dijo. “La conmemoración del Holocausto (judío) tiene que estar respaldada con una condena a la actual extrema derecha”.
El 20 de diciembre, el gabinete de Hungría anunció que a partir del primero de enero habría un aumento del 50%, y otro 50% para el 2014, a la pensión especial establecida en 1997 para los 7,000 a 8,000 “sobrevivientes del Holocausto judío”. El año pasado, los montos de las pensiones oscilaron entre 5.000-30.000 florines (17 a 100 euros, 23-133 dólares) por mes, dependiendo de la edad, dijo Feldmajer.
El líder judío también acogió con beneplácito el anuncio del Gobierno de un nuevo comité para coordinar con grupos cívicos judíos para eventos conmemorativos previstos para el 2014, que sería el 70 aniversario de la deportación en masa de los judíos de Hungría, informó AFP.
Sin embargo, declara que la relación de la comunidad judía con el gobierno se ha deteriorado recientemente por la inclusión de una serie de autores húngaros con tendencias fascistas en una nueva lista nacional de lectura para las escuelas del país, así como la reciente concesión de ayudas estatales a un prominente teatro de Budapest cuyo director tiene una ‘historia de extrema derecha’.
“Estos actos han envenenado la atmósfera y son difíciles de aceptar para nosotros”, dijo. “La base para no repetir el Holocausto es la educación, pero estas acciones hacen que sea más difícil educar a la gente y a los niños sobre la misma, así como el fortalecimiento de la extrema derecha”.
En los últimos meses el gobierno conservador del primer ministro Viktor Orban ha sido criticado por grupos nacionales e internacionales, así como judíos, por no ‘hacer lo suficiente’ para luchar contra el ‘antisemitismo’ y el surgimiento de movimientos nacionalistas como Jobbik.
En noviembre, un diputado del partido Jobbik causó malestar a la comunidad judía internacional al plantear la necesidad de hacer público la doble nacionalidad húngara-israelí de todos aquellos que trabajan en el gobierno y el parlamento. Grupos judíos criticaron al gobierno húngaro por no responder adecuadamente a las proclamas del partido nacionalista.
Una semana más tarde, Orban atendió las llamadas judías condenado a la petición como como “indigno” de su país y prometiendo que protegerá a la población judía de cualquier tipo de discriminación.
¿El gobierno conservador atenderá a las exigencias de la comunidad judía o permitirá que sea el pueblo húngaro quién decida?
Con información de AFP e Israel National News
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