La policía de Suecia cede el control de 55 "zonas prohibidas" a las bandas criminales musulmanas

Centro cultural Kulturhuset, al sur de Sergels Torg en el centro de Estocolmo, Suecia. Foto de 2014

La policía sueca ha cedido el control de más de 55 "zonas prohibidas" a las bandas de criminales predominantemente musulmanas.

Un extenso informe cartográfico llevado a cabo, encontró que 55 zonas fueron prohibidas, dicha información fue lanzada el 24 de octubre, donde se muestra que la aplicación de toda ley es inexistente, sin embargo la ley ha cambiado de mano y se le ha dado el control a las bandas de criminales.

Los oficiales se enfrentan con frecuencia a ataques directos al tratar de entrar en las áreas, lo cual es un paso adelante respecto al problema anterior con ataques a los carteros, camiones de bomberos, ambulancias y servicios similares. Camiones de bomberos y ambulancias tuvieron que esperar a que la policía los escoltara para entrar en las zonas, pero ahora la propia policía necesita protección.

Las zonas prohibidas en gran medida coinciden con el mapa de las 186 "zonas de exclusión" donde predominan los guetos de inmigrantes musulmanes, donde la educación es baja, el empleo también y la única empresa local que prospera es el tráfico de drogas.

Debido a que la ley del estado desaparece, el crimen organizado surge para tomar su lugar. El informe señala que la policía "ha encontrado que cada más clientes [en las zonas] están recurriendo cada vez más a las autoridades penales no gubernamentales de la justicia" de una manera similar al Padrino. Tribunales no oficiales y sentencias que son a menudo impuestas de acuerdo con los códigos de las culturas de origen de las bandas dominantes. El informe también señala que existen puestos de control de vehículos en las fronteras de algunas de estas áreas. La mala noticia es que no es la policía la que se encarga de ello; son las bandas que se aseguran su propio terreno contra las fuerzas del orden y las bandas rivales.

Las pandillas tratan de mantener un perfil semi-bajo en muchas áreas a fin de que no interfieran con el "negocio" de las drogas con las que tratan, la venta de protección y la actividad ilícita similar.

Otros buscan la confrontación activa con la policía para establecer el dominio absoluto.

Una pareja de policías en mayo, inicio una persecución contra un sospechoso e imprudentemente entraron en la zona de exclusión de la sureña ciudad de Landskrona. Su coche fue embestido y los oficiales fueron forzados a salir del coche. Ellos fueron acorralados por una multitud de unos 50 matones hostiles y sacaron sus armas para detenerlos y pidieron una copia de seguridad inmediata.

Varias patrullas cercanas respondieron a la llamada y se apresuraron para llegar a la escena. A una escasa media milla de distancia, se les ordeno detenerse - a las afueras de la frontera de las áreas prohibidas. El comandante de la policía no envió a las unidades de respaldo de seguridad, por temor a la escalada y a la guerra total. Los policías acorralados fueron abandonados a su suerte por sí mismos. La suerte quiso que uno de los oficiales conociera a unos pocos residentes quienes interfirieron  y convencieron a los matones para dejarlos salir.

En respuesta a estas zonas prohibidas, la policía sueca está expandiendo su enfoque moderado del diálogo y el entendimiento. Después de los extensos disturbios de 2013 en el gueto de Estocolmo con cientos de coches y edificios quemados, la policía respondió principalmente manteniéndose alejado y enviando a "oficiales de diálogo" especiales para hacer una parrilla halal con los malhechores y hacerles ver los errores de sus maneras.

A partir del próximo año, la Academia Política de Estocolmo (de la policía) se trasladará a Södertörns Högskola, en el que el nuevo plan de estudios será "progresivo", con más énfasis en la sensibilidad cultural, la conciencia de la ética, las cuestiones de género y más. Los oficiales de policía aspirantes deberán lograr "una mayor comprensión de la perspectiva intercultural."

The Daily Caller