Según origo.hu diario en línea húngaro, Kövér dijo que si Bruselas quiere decirle a un país cómo debe ser gobernado, a continuación, se asemejaría a Moscú antes de que tuviera lugar el cambio de régimen en 1989.
El orador Kover habría dicho que si esta es la dirección que la UE toma, entonces, Hungría debería considerar abandonar la unión. Agregó sin embargo, que esto sólo era un escenario de "una pesadilla", y que dudaba de que se podría llegar a eso. El orador fue citado diciendo que la UE y la OTAN no son el problema, sino más bien que el "mundo euroatlántico se agita en un sentido moral".
De acuerdo con el presidente de la Cámara, desde el fin del comunismo, los gobiernos y los líderes financieros de algunos países occidentales creen que pueden hacer todo.
Aunque Kover dijo que es poco probable que se produzca ese escenario, sus declaraciones fueron respaldadas por algunos políticos influyentes del país europeo. "Laszlo habló muy claramente acerca de los problemas existentes en el funcionamiento de la Unión Europea. No obstante, los valores europeos son bastante distantes, y por lo tanto inaceptables para nosotros", dijo el diputado Tamás Deutsch, citado por la prensa local, y agregó que el país debe decidir por sí mismo sobre su futuro en la UE.
El discurso de Kövér atrajo el fuego inmediato de partidos de la oposición y los políticos. La oposición, el partido E-PM (Diálogo para Hungría) instó al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán a "disciplinar" a kover, porque a su juicio perjudica los intereses internacionales de todos los ciudadanos húngaros. Por otra parte, E-PM dijo que ha llegado el momento de que el primer ministro anuncie si el futuro de Hungría se encuentra en una alianza con Moscú o Bruselas.
El partido liberal húngaro ha llamado las declaraciones de kover un "grave error", especialmente en un momento en que los EE.UU. introdujo una prohibición de viajar contra seis funcionarios húngaros.
La página web de Hungría Budapest Business Journal también escribió que Alemania está flexionando su músculo económico y podría cancelar importantes empresas conjuntas en un signo de insatisfacción con las políticas de Orbán.
Según algunos expertos, esta posición se debe al descontento de Budapest causado por la presión que Bruselas trata de ejercer sobre el país indicándole cómo debe construir sus relaciones con Moscú.
Rusia es considerado uno de los socios económicos más importantes de Hungría fuera de la Unión Europea. Recientemente, Moscú destinó a Budapest 10.000 millones de euros para la compra de dos bloques de energía de la compañía Rosatom para la central nuclear húngara de Paks.
A principios de agosto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, criticó la política de sanciones de Occidente y aseguró que esta causó más daño a la propia Hungría que a Rusia. "Esto se llama pegarse un tiro en el pie", indicó Orbán instando a Bruselas a compensar a los productores húngaros los daños sufridos por el veto de Rusia a determinados productos procedentes de la UE.
El experto Fiódor Lukiánov, del Consejo ruso de Política Exterior, indicó en una entrevista al portal ruso 'Gazeta.ru' que Orbán "repetidamente posicionó a Hungría como un país que está listo para convertirse para Rusia en la puerta de entrada a la Europa del Este".
"Los europeos necesitamos a Rusia. Vamos a necesitar tarde o temprano una alianza estratégica con Rusia", dijo el primer ministro ya en noviembre del 2011.
Información de: RT y EurActiv
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