Un pueblo en el cantón suizo de Zurich ha expresado su indignación por la situación de una sola familia de refugiados. Para continuar apoyando a una madre de Eritrea y a sus siete hijos, las autoridades pretenden aumentar los impuestos a los residentes, informan los medios.
Poco más de 1.000 habitantes viven en el pueblo de Hagenbuch, que se vio obligado a dedicar más de 60.000 francos suizos (alrededor de 64.000 dólares o 49.714 euros) al mes en la familia - que representa el 30% de los gastos mensuales para todo el pueblo.
Las autoridades están considerando un aumento en los impuestos de al menos un 5%, informó el diario Blick.
"No sé a quién recurrir. Creo que no tenemos otra opción que subir los impuestos" dijo al diario la alcaldesa Therese Schlaepfer.
También expresó su enfado por el hecho de que los inmigrantes sólo tienen derechos y ninguna obligación. De acuerdo con las palabras de la alcaldesa, la situación está causando una evidente indignación entre los habitantes del pueblo también.
La mujer de Eritrea y sus siete hijos se trasladaron a la tranquila aldea hace tres años, con una visa que le permite estar en Suiza durante cinco años, y la posibilidad de ampliarla más tarde.
El gobierno municipal de inmediato tomó la responsabilidad de pagar el alquiler y darle también a la familia 2.600 francos (2.154 euros) al mes para cubrir los gastos de manutención.
Otros lugareños no están contentos con la situación. "Nuestros ciudadanos tienen que pagar mucho en impuestos, y la tercera parte de la moneda local va simplemente a una familia. Hay un montón de familias en Suiza que no cuentan con mucho para vivir, pero ellos se las arreglan. Esto nos parece equivocación. El gobierno tiene que hacer algo", dijo una mujer local.
Otro residente de Hagenbuch piensa que con la cantidad de dinero pagado a la familia cada mes, "mucho más se podría hacer, ya sea en África o en Suiza. Podrían ayudar a muchos más, en vez de a siete personas. Simplemente no tiene sentido."
Aparte, se descubrió que la madre estaba bastante abrumada con los compromisos familiares, por lo que cuatro de los niños fueron enviados a un orfanato, donde se les mantiene a expensas de las autoridades también. El gobierno gasta 9.000 francos (7.457 euros) en cada uno de ellos por mes.
Además, los trabajadores sociales han estado ayudando a la mujer con las compras de comestibles, ayudando a cocinar y limpiar. Además, ayudaron a llevar a los niños a diferentes visitas guiadas y al zoológico.
"Nosotros somos limpiadores y no creemos que sea correcto tener que limpiar su apartamento. La señora podía hacerlo ella misma, ella tiene todo el día libre", comentó una mujer mayor.
En promedio, los trabajadores pasan seis horas al día, y 25 días al mes. Estos cuidadores cuestan dentro del presupuesto, 135 francos por hora, con los fines de semana y las tardes llevando la tasa a 145 francos por hora.
"Es una situación imposible. Soy una residente, pero aún así estoy obligada a cortar mis gastos", comentó la alcaldesa.
La noticia viene después de un escándalo ocurrido días antes, cuando el jefe de la policía de Berna utilizo el término políticamente incorrecto "Negerbubli" en referencia a los inmigrantes negros. Blick informó de que los funcionarios de tales rango no deberían hacer tal desliz con la lengua.
RT
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