Solamente en la primera mitad de este año, Polonia ha expulsado a 52.000 personas de Europa del Este, en su mayoría rusos de origen checheno, ucranianos, bielorrusos y georgianos, según los datos de la Policía de Fronteras, la agencia de seguridad de las fronteras del país.
Para muchos, el objetivo es Alemania y Polonia es a menudo sólo una parada.
Miles de extranjero no tienen permiso de residencia para los países del espacio Schengen. A menudo presentan invitaciones ficticias de compañías polacas y no tienen dinero para permanecer en el país, dice Agnieszka Golias, una portavoz de la Guardia de Fronteras.
La ola de inmigrantes del este, además está inundado la Oficina de Extranjería, que hasta mediados de octubre tuvo más de 14.000 solicitudes de refugiados.
"Esto significa que hay dos veces más que el año anterior. Se trata de un récord histórico, de los cuales casi el 83% de ellos, se trata de ciudadanos de nacionalidad rusa de origen checheno." dice Rafał Rogala, jefe de la Oficina de Extranjería.
"No hay duda de que la ola récord son las razones económicas", explicó Rogala. Como se ha señalado, también es el resultado de rumores de que supuestamente los alemanes necesitaban 600.000 inmigrantes para trabajar. "Solo que altamente cualificados" añadió Rogala.
En internet, se ha podido leer que ha aumentado los beneficios sociales. El efecto de este rumor también se ha sentido en Francia.
Hace cuatro años, un rumor circuló en Georgia, diciendo que Polonia está regalando a los refugiados viviendas y cientos de euros, llegando más de 5.000 personas, la mayoría jóvenes menores de 45 años.
En Polonia existe el más alto porcentaje de Europa, del número de mujeres inmigrantes con hijos, dice Rogala.
Resto de la información: Rzeczpospolita
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