Los desafíos sociales, económicos y estratégicos a los que se enfrenta Japón deberían proporcionar una buena idea para Europa y América del Norte de lo que se puede esperar, escribe Gideon Rachman del Financial Times. Es en si mismo un viaje a la tierra del Sol Naciente.
El país ofrece una imagen inquietante del producto de la combinación de una mayor esperanza de vida y un descenso de la natalidad. La población de Japón comenzó a disminuir en 2010 y se espera que pase de 127 millones de personas a 86.7 millones en 2060. En este momento, el 40% de la población será mayor de 65 años.
Rachman se enumeran algunas de las consecuencias de este contexto demográfico sin precedentes.
Robótica. El "Cuidado de Robots" que atienden a las personas mayores, para que puedan ayudar en el aseo o mantener sus conversaciones básicas de la lluvia o con sol, están el centro de una nueva industria en pleno auge.
Efecto del envejecimiento sobre la política. El principal electorado de Japón son los mayores siendo el mayr número y defienden sus ganancias en materia de pensiones y beneficios a costa de otros servicios públicos. Los jóvenes son las primeras víctimas: que tendrán que pagar más impuestos, si bien tienen más dificultades para encontrar un trabajo.
Deuda. La deuda de Japón supera el 230% del PIB. Casi el 25% del presupuesto del Estado es dedicado al pago de intereses de la deuda, y aunque en la actualidad la tasa de interés es muy baja, dicha deuda hace
al país muy vulnerable a cualquier aumento de las tasas de interés.
El "Abenomics". La política monetaria del primer ministro, Shinzo Abe, apodado "Abenomics" tiene como objetivo impulsar la inflación del 2% para crear las condiciones para la recuperación económica que reduzcan la proporción de la deuda respecto al PIB. Pero ningún país ha utilizado alguna vez esta palanca de la política monetaria, que aún no sabemos cuáles serán sus resultados reales a largo plazo y las órdenes de magnitud involucrados dejan a los economistas perplejos. (La oferta monetaria se ha casi duplicado).
Los bancos zombis. Cuando el mercado de valores y la burbuja inmobiliaria explotó en Japón que
ya cuenta con más de veinte años, han impulsado al país en una crisis que aún continúa. La economía japonesa sigue estancada, y las diversas medidas que se han probado para reanudar creado sus propios problemas. Por lo tanto, la política de tipos de interés extremadamente bajos ha creado el fenómeno de bancos zombis, también sabemos que en Europa existen actualmente.
El temor de China. Las medidas radicales de Shinzo Abe se debe a la necesidad de impulsar el crecimiento, pero también por el temor de China, que superó a Japón como una potencia económica en 2011. Los dos países están luchando por unas pocas áreas del Mar de China del Sur y Japón, donde estas tensiones son palpables.
Anti-inmigración. El gobierno japonés hace hincapié en la cohesión social y la solidaridad entre los japoneses, pero hay un precio que pagar. La protección del empleo para los mayores hace que el 38% de los jóvenes estén empleados con trabajos precarios y la negativa de la inmigración masiva es dar una solución clara a los problemas causados por el envejecimiento del país. "La cohesión social es muy bonita, pero parece extraño preferir tener robots que se encargan de ellos, en lugar de los inmigrantes" dice Rachman.
Express.be
Nota personal:
En el año 2010, Japón tenía una población de 128.057.000 millones de personas, pero en en 2013 ya son 127,3 millones. El país tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo junto con Alemania o Bosnia y Herzegovina. El autor del artículo afirma que la inmigración masiva es la solución y que la cohesión social apenas tiene importancia. Bueno, el empleo, los sueldos, la sustitución étnica, entrada de enfermedades erradicadas etc... creo que sería un buen dosier que deberían estudiar para saber las causas de la destrucción de Europa antes de importar esa política suicida.
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