El Islam es la segunda religión más grande de Europa en la actualidad. A pesar de la persecución periódica y la discriminación, el Islam parece ser no sólo sobrevivir, sino también cada vez mayor en número, en términos de los conversos y la influencia.
Los musulmanes en Europa occidental son los que emigraron de África, Oriente Medio y el subcontinente sur de Asia después de la Segunda Guerra Mundial debido a la escasez de mano de obra y el crecimiento industrial. Los musulmanes migrados mantienen sus vínculos culturales, religiosas y étnicas con sus países de origen y nunca se integraron al país que emigraron.
La comunidad musulmana en Suiza está creciendo a un ritmo alarmante en los últimos años. Las cifras oficiales indican que la población musulmana se ha duplicado en los últimos años, pero algunas fuentes dicen que también hay unos 50.000 musulmanes en el país en situación irregular. Los primeros musulmanes llegaron como trabajadores en la década de 1960, principalmente de Turquía, la antigua Yugoslavia y Albania. A ellos se unieron sus familias en la década de 1970 y, en los últimos años, los solicitantes de asilo.
Desde entonces no se está mirando de nuevo a estos inmigrantes, debido a que durante años la población ha crecido. Con los años la población se ha multiplicado en número con cada familia de los seguidores del Islam teniendo 5-6 niños en comparación con los nativos de Suiza que tienen uno o máximo dos hijos, por lo que la balanza de población se está inclinando hacia la población musulmana.
Con este crecimiento alarmante de la población entre los nativos y la comunidad inmigrante se espera que la mayoría cristiana de Suiza se convierta en minoría dentro de 5 a 10 años. La creciente población inmigrante ha alcanzado un nivel de asentamiento prorrogado que ahora exige ninguna asimilación con el país.
Los principales grupos islámicos en Suiza están tratando de establecer un único órgano representativo nacional que permita a todos los musulmanes del país poder "hablar con una sola voz". Los organizadores dicen que su nuevo "parlamento" se llamará "Umma Schweiz" y se basará en la principios de la ley islámica Sharia.
Informes sugieren por los organismos gubernamentales, que la minoría religiosa tiene mucha representación en el país a pie por sus propias demandas de la nación. Impugnación de un gobierno paralelo es uno de estos enfoques del grupo para establecer su punto de apoyo en la nación, que era ser funcional para el año 2015.
Ummah es una palabra árabe que significa "nación", en este contexto se refiere a toda la comunidad musulmana alrededor del mundo. En los últimos años, los musulmanes han intensificado sus esfuerzos para unificar la ummah fragmentado a nivel mundial en un esfuerzo por revivir un "califato islámico" o "el imperio".
Muchos eruditos musulmanes ven la unificación política de la umma, como requisito previo a la consolidación del poder musulmán mundial y el posterior establecimiento de un orden mundial islámico. Algo de lo que "no se habla" de la agenda de "Umma Schweiz" es que espera atraer a un gran banco de votos en las elecciones suizas y en el largo plazo actuar como partido político.
De acuerdo con informes de los analistas suizos la iniciativa fue un esfuerzo por establecer un órgano legislativo "paralelo" en Suiza que será el portavoz de los fundamentalistas islámicos que buscan imponer la ley islámica en el país.
Umma Schweiz está siendo encabezado por dos de los principales grupos musulmanes en Suiza: la Coordinación de Organizaciones Islámicas de Suiza (KIOS), liderados por un iraní; y la Federación de Organizaciones Islámicas de Umbrella en Suiza (FIDS), dirigido por un palestino.
El esfuerzo por unificar a los musulmanes en Suiza llega en medio de los llamamientos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para establecer una organización que agrupa a todos los musulmanes suizos para contrarrestar la discriminación.
La OSCE también señaló que los musulmanes en Suiza son cada vez unificadores en torno a su identidad religiosa, de acuerdo con una copia anticipada del informe de campaña OSCE. Actualmente, hay más de 300 asociaciones musulmanas en Suiza, y varias organizaciones coordinadoras.
La nueva realidad demográfica musulmana está aumentando las tensiones a través de grandes sectores de la sociedad suiza, especialmente en la que los musulmanes se vuelven más firmes en sus demandas de mayor reconocimiento de su fe islámica, como cuando en 2011, la población inmigrante exigió al gobierno de Suiza poder modificar la bandera nacional y quitar la cruz de la bandera, ya que representa la comunidad cristiana.
Las controversias resultantes están alimentando un debate sobre el papel del Islam en la sociedad suiza y cómo conciliar los valores occidentales con una creciente población inmigrante decidida a evitar la asimilación. Hay varios casos de mezquitas que incitan al odio en contra de la neutralidad del Gobierno suizo y fuerza al gobierno suizo a tomar pie en los asesinatos actuales de los musulmanes en Oriente Medio por las fuerzas occidentales.
Es un gran problema para la nación cuando la población inmigrante ha crecido en igual fuerza a la gente del lugar y se ha puesto de manifiesto que la demanda de la identidad étnica, cultural y el extremismo tomaría poco tiempo para florecer en tales circunstancias. Los temas como el crimen de honor, los matrimonios forzados, la construcción de minaretes y creación de parlamentos religiosos son los que entraron en la luz y recibieron atención de la actitud del gobierno pero el mismo no se puede atribuir a problemas como la difusión de la ideología radical en ese caso. Es necesario que el gobierno se ponga en alerta sobre este tipo de situaciones y trate la causa de tal diversidad étnica.
New Delhi Times
Cuantas iglesias hay en IRAN, en Turkia, en IRAN etc, pedimos nosotros quitar la media luna que representa el Islam que puede herir a los sentimientos cristianos (casi inexistentes) y escondidos. Porque somos tan fácilmente tontos?
ResponderEliminarPienso que las cuestiones religiosas de cada cual, son sólo aceptables en sus paises respectivos, si uno emigra puede conservar su religión adaptándose a las costumbres, usos y religión de su nuevo hábitat, NO LO CONTRARIO.