Por Helena Spongenberg. Barcelona - Un equipo de académicos de Cataluña, España han ideado una herramienta para monitorear el discurso xenófobo, algo que dicen que podría ser utilizado a nivel de la Unión Europea.
Ricard Zapata-Barrero, profesor de ciencias políticas y sociales en la Universitat de Pompeu Fabre de Barcelona y su compañera Gema Rubio Carbonero idearon la herramienta como una forma para que los partidos políticos evalúen sus propios discursos y para que la sociedad civil pueda examinar a los políticos.
"La xenofobia es una construcción", dice Zapata.
Él explica que los partidos políticos tratan de desviar la atención pública de la crisis económica, elevando las emociones y actitudes negativas hacia cuestiones como los inmigrantes y la Unión Europea.
El discurso populista en la política afecta tanto a nivel social, al legitimar comportamientos racistas y en el nivel institucional al legitimar el racismo estructural.
Zapata compara la herramienta de monitorear una discriminación a un "radar de velocidad" que puede ofrecer la prueba de que el lenguaje ha pasado el límite de lo que es tolerado en la sociedad.
El estudio utilizó Cataluña como un caso de prueba. Los investigadores analizaron seis partidos políticos, sus programas electorales, entrevistas y sesiones plenarias en el Parlamento desde 2007 hasta 2012.
Las tres conclusiones principales fueron que la mayor parte del lenguaje utilizado por los partidos políticos en Cataluña no muestra tendencias xenófobas y que donde hubo incidencias de la misma, que estaban vinculados a la ideología de derecha.
También puso de manifiesto que las partes tienen más probabilidades de emplear expresiones discriminatorias cuando se está en la oposición en lugar de en el gobierno.
Con los partidos populistas y anti-inmigrantes establecidos están listos para hacer fuertes ganancias en las elecciones de mayo en Europa, Zapata cree que la herramienta de monitorear podría ser utilizado en el Parlamento Europeo.
"Creo que sería bueno si queremos tener la oportunidad de recoger todos los discursos sobra la inmigración que hay en el Parlamento Europeo y hacer que los partidos políticos se sientan observados y analizados".
Advirtió de los peligros del discurso populista de convertirse en un elemento habitual en el discurso político.
"A menudo, son los partidos políticos que dan forma a cómo la opinión pública percibe la inmigración. Lo preocupante no es en sí mismo que hay partidos políticos que son claramente xenófobo..., sino que los principales partidos políticos están absorbiendo esta tendencia".
Zapata señala que en lugar de luchar contra el lenguaje del extremismo, los principales partidos a menudo adoptan o son indiferentes a ella; en su opinión, una "mala estrategia".
Dio el ejemplo de Francia, donde se hizo evidente en 2002 que el partido anti-inmigrante Frente Nacional era una fuerza política fuerte. Los principales partidos, sobre todo la derecha, comenzaron a adoptar el mismo idioma.
"Este efecto contagioso es preocupante y debe limitarse rápidamente", dice.
Igual que la sociedad no debe tolerar discursos políticos que son discriminatorios para las personas homosexuales o el papel de la mujer, entonces no debería tolerar discursos anti-inmigrantes, continúa.
Espera que el seguimiento de su discurso también pueda ayudar a establecer algo de ética alrededor del discurso político sobre la inmigración.
"Hay una clara correlación entre el discurso xenófobo y discursos antisindicales europeos. Por tanto, este es también un problema europeo", concluye Zapata.
La clasificación de los discursos
El instrumento de control tiene tres elementos diferentes para la identificación de discursos potencialmente problemáticas.
Si los tres indicadores entran en juego el discurso está clasificado como anti-inmigrante.
El primer factor a analizar es el objetivo de la audiencia. Un discurso que hace referencia explícita y sólo a los ciudadanos y excluyendo a los inmigrantes dispara el primer indicador.
Un discurso que enmarca la relación entre los ciudadanos y los inmigrantes en términos de conflicto y tensión, con los ciudadanos siendo lo "positiva" y los inmigrantes siendo lo "negativo", dispara el segundo indicador.
El tercer factor se refiere a los parámetros lingüísticos. Si generalizaciones, exageraciones, metáforas negativas y / o redacción de deshumanización se utiliza en contra de una parte en particular de la población, este indicador se activa.
"Clasificamos un discurso xenófobo que cuando estos tres elementos están presentes", dice Zapata.
El equipo detrás del informe están buscando en continuar su seguimiento en Cataluña. Mientras tanto Zapata desea aplicar el método para el nuevo Parlamento Europeo, que iniciará sus trabajos en otoño.
El estudio pronto se puede encontrar en el Interdisciplinary Research Group on Immigration (GRITIM).
EUobserver
Seguro que este equipo de esa universidad se trataran de sepa-rratas, que en Cataluña no se puede aplicar esos discursos del odio? eso lo que encima me 'asquea' cuando están cada dos por tres la derechoide CIU y los marxistas de Esquerra Republicana y de la extrema izquierda, con sus paranoias proclamas antiespañolas y fabulando con su Estado catalan. Asi que me están 'contando' estos pseudo-expertos académicos. La verdad que estos Siervos del mundialismo o racistas anti-blancos mejor dicho! cada dia nos sorprenden aun mas con sus estupideces supinas.
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