La presencia de cientos de luchadores europeos en la insurgencia causa gran preocupación a París.
En la ecuación ya es bastante complicado para la crisis siria y un actor fundamental de gran preocupación en la situación, el que los servicios especializados estimen que cerca de 270 personas de nacionalidad francesa estén combatiendo junto con los rebeldes.
En total, entre 1500 y 2000 personas europeas se han unido a la oposición armada contra el régimen de Bashar al-Assad. Problema agravante, es que se trata principalmente de grupos islamistas radicales que reclutan y por lo tanto se benefician de este refuerzo. Si se añaden además miles de voluntarios de los países árabes, incluyendo de 600 a 700 tunecinos en la guerra Siria, "seriamente se está empezando a parecer a la Guerra Civil de España" son las palabras de un observador familiarizado con el asunto.
Esto preocupa a las autoridades francesas, que temen tener que ordenar una día el regreso en Francia estos luchadores experimentados, caldo de cultivo ideal para las futuras redes terroristas.
En cada reunión de los consejos ministeriales que se ocupan de Siria, el ministro del Interior, Manuel Valls, nunca deja de recordar este hecho. Esta es la razón para proceder con la cautela de una serpiente en el campo minado de posibles envíos de armas a la oposición siria. Dada la fragmentación de este último, la creciente influencia de los islamistas apoyados por Arabia Saudita y Qatar, el tema de la trazabilidad de estas armas es como la cuadratura del círculo. Nadie es capaz de asegurar que las armas reclamadas por la oposición armada tanques misiles, armas antiaéreas no caería en última instancia en las manos equivocadas.
Le Point
Nota personal:
No son europeos, son nacionalizados, eso lo puedes leer aquí.
Desde Países Bajos han salido hasta 100 terroristas hacia Siria y desde Suecia 30.
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