La pequeña ciudad sueca de Emmaboda ha vetado una petición para introducir un horario solo para mujeres en la piscina municipal y en su lugar quieren empezar a vender burkinis a sus observadoras nadadoras mujeres musulmanas.
El comité de ocio municipal había recibido una petición pidiendo a los ciudadanos si la piscina podría tener un intervalo de tiempo diferente para las mujeres, con el fin de facilitar a las residentes que optaron por razones religiosas el no mostrar sus cuerpos a los miembros del sexo opuesto.
Los políticos locales, sin embargo, decidieron rechazar la petición, informa Östran, periódico regional.
En su lugar, quieren comprar burkinis, trajes de baño que cubren todas las partes del cuerpo de una mujer, que sus nadadoras musulmanas pueden comprar antes de dar el paso.
"La mujer puede entonces ir a nadar, pero aún por recorrer", dice el comité en las actas.
El comité ejecutivo municipal ahora examinará la propuesto, informó Östran.
Diferentes actitudes ante la desnudez, desde la ultra-conservadora a la extremadamente liberal han planteado problemas para nadar a la administración de la piscina en Suecia antes.
En el 2011, los bañistas en Skärholmen, al sur de Estocolmo, dijeron que la reticencia de ciertos bañistas a mostrarse desnudos significa que no se duchan antes de entrar en la piscina, y es una violación de las normas de higiene en la mayoría de los piscinas suecas.
En el otros extremo de la escala, un red feminista llamada "Bara Brost" ha hecho campaña para que a las mujeres se les permita nadar en topless en las piscinas públicas en Suecia. Ellas argumentan que el requisito es solo para las mujeres, y no para los hombres, el cubrir sus pechos es sexista.
The Local - Sweden
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