miércoles, 4 de diciembre de 2013

Monjes benedictinos acosados por extremistas judíos en Jerusalén, Israel


Escupitajos, ruedas pinchadas, pintadas blasfemas: los monjes benedictinos de la Abadía de la Dormición en Jerusalén han estado durante varios meses siendo el objetivo de acoso incesante. A principios de octubre, la tensión subió una categoría cuando una docena de tumbas fueron destrozadas en un cementerio protestante adyacente al monasterio. "Ya no estamos en una simple disputa entre vecinos", dice preocupado el Hermano Nikodemus, portavoz de la comunidad, "y no sabemos como va a terminar todo esto".

Doce monjes y veinte estudiantes que viven en la cima del monte de Sion, cerca del casco antiguo, atribuyen sus tormentos a jóvenes extremistas judíos que orbitan en la Yeshivá (escuela talmúdica) cercana. Para escuchar estas figuras religiosas, algunos estudiantes de la Diáspora Yeshivá, toleran mal el que se encuentre cercano el monasterio en este sitio, donde ambas religiones les dan una elevada importancia. "Por la noche, no se puede salir sin que te escupan o sin que un joven borracho nos diga que tenemos que regresar a nuestro país", dijo el hermano Nikodemus.

La policía israelí, informados acerca de los incidentes más graves, procedieron hacer algunos arrestos. A principios de octubre, dos estudiantes de la Diáspora Yeshiva y dos colonos fueron expulsados de Cisjordania debido a su comportamiento violento, siendo detenidos en relación con la investigación sobre la profanación del cementerio luterano. De acuerdo con los monjes, sin embargo, los sospechosos fueron puestos en libertad de inmediato y las autoridades muestran una escasa voluntad de castigar estos actos.

Según los residentes locales, el ambiente del barrio en su conjunto, ha empeorado progresivamente en el curso de los últimos meses. A finales de mayo, desconocidos pincharon los neumáticos de varios coches aparcados en frente de la abadía y pintaron en sus paredes, "Jesús es un mono". A principios de noviembre, por otra parte, dos desconocidos hirieron de gravedad a un empleado palestino de la Yeshiva Diáspora, al lado del restaurante. La policía detuvo a tres estudiantes de la yeshiva.

"Esto es un malentendido", protesta el rabino Avraham Goldstein, director de la institución. "Desde la fundación de la Yeshiva Diáspora en 1966, nos esforzamos por entregar un mensaje de paz y armonía entre las religiones". No me puedo imaginar por un momento que nuestros estudiantes han sido culpables de este tipo de violencia.

Los discípulos de la Yeshiva Diáspora, convencidos de que el edificio se construyó sobre la tumba del rey David, están muy preocupados con la idea de que los cristianos pueden, en el futuro le permitirá celebrar la Misa en la planta superior, el lugar donde según la tradición se encontraba la última cena de Cristo y sus apóstoles.

"No tenemos ningún problema con el hecho de que los cristianos rezen en hacia este lugar, asegura el rabino Goldstein, pero la celebración de misas sería, a nuestro juicio, menoscabar su carácter sagrado". Un falso problema, según el hermano Nikodemus. "Nuestra abadía no tiene ninguna tal reclamación y me niego a considerar que nuestros atacantes actúan en nombre de las motivaciones religiosas", asegura el portavoz de la Abadía de la Dormición. La verdad es que no hay problemas entre los cristianos y los judíos en el monte Sión. Sólo una situación de anarquía alimentada por un puñado de extremistas".

Le Figaro

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