jueves, 11 de julio de 2013

Los judíos etíopes ya no son bienvenidos en Israel

Judíos etíopes llegan a Israel
Otra vuelta de tuerca en la política israelí en materia de inmigración. A partir del 28 de agosto del 2013, las autoridades de Tel Aviv ya no aceptarán la entrada colectiva de los judíos de Etiopía en su territorio, que fue previamente autorizada bajo ciertas condiciones, dijo un funcionario de la Agencia Judía.

Es el fin de una era para los judíos de Etiopía, sobre todo para los Falashas cuyo judaísmo fue reconocido por las autoridades israelíes en 1975. La Agencia Judía de Israel, bajo presión de Tel Aviv, ha anunciado en una carta a su representante en Etiopía, Asher Seyum, en el sitio web del diario Haaretz, los dos últimos vuelos "retorno" del colectivo (Aliyah) judíos etíopes a territorios israelíes, que despegaran el 28 de agosto de 2013. Serán los dos últimos viajes y solo las solicitudes de inmigración individuales serán examinadas cuidadosamente, dice el documento.

Desde hace años, Tel Aviv ha estado tratando de reforzar su política de integración entre los extranjeros judíos, especialmente con los etíopes, temiendo una inmigración económica africana. 

En el año 2010, Benjamin Netanyahu, anunció el fortalecimiento de las medidas de control acerca de las entradas de los inmigrantes a territorio israelí. Especialmente, en diciembre de 2012, una revelación por parte de un periódico israelí causó un escándalo. Según ellos, las mujeres de Etiopía perteneciente a la comunidad falasha, se habían visto obligadas a someterse a métodos anticonceptivos de forma obligatoria y de forma duradera para obtener el permiso para establecerse en la tierra prometida. En una década, el proceso llamado como crimen inconcebible por la prensa, ha reducido la tasa de natalidad de la población judía falasha en Israel en un 50%. 

Sin embargo, esta minoría ha disfrutado durante mucho tiempo la política oficial de inmigración israelí. Los judíos etíopes son ahora 120.000 personas en territorio israelí, y 80.000 de ellos nacieron en Israel, donde la mayoría de los que llegaron, lo hicieron en los años 80 y en los 90, mientras que en Etiopía sufrían de hambruna. La mayor operación de este tipo se llevó a cabo en 1991, donde unos 14.400 judíos etíopes fueron llevados secretamente a tierra prometida en menos de 48 horas.

La integración está lejos de ser perfecta, los recién llegados sufren discriminación diaria y el racismo de la sociedad israelí. Según la ONU, alrededor del 52% de las familias judías etíopes vive por debajo del umbral de la pobreza, frente al 16% de la población judía israelí en su conjunto, y la gran mayoría de la comunidad etíope vive en los barrios guetos. 

Jeune Afrique

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