28 de marzo 2018 El número de partos en Alemania ha disminuido durante años, pero un informe reciente ha mostrado un repunte ya que las mujeres inmigrantes representaron casi una de cada cuatro madres en el país en 2016.
La oficina alemana de estadística Destatis ha admitido ahora que el aumento del 7 por ciento en el número de partos se debe principalmente a la inmigración masiva, ya que el país registró 792,131 nacimientos ese año, en comparación al total de 737.575 nacidos en el año 2015, informa Le Parisien.
"Las madres alemanas dieron a luz en 2016 a 607.500 niños, un 3% más que en 2015 [...] las madres de nacionalidades extranjeras dieron a luz a 184.660 niños, lo que representa un aumento del 25% en comparación con 2015", dijo la agencia, puntualizando que las mujeres extranjeras eran el 23,3% de todas las nuevas madres ese año, o casi una de cada cuatro.
Debido a la crisis migratoria en 2015 y la afluencia de inmigrantes sirios, el número de sirios que dieron a luz en Alemania saltó de 4.800 en 2015 a los 18.500 en 2016.
Como resultado, la tasa de natalidad alemana ha pasado de ser una de las más bajas de toda Europa, a un promedio de 1,57 hijos por mujer.
Sin embargo, mientras que la tasa de natalidad real de las mujeres alemanas aumentó de 1,43 a 1,46, el número se ha disparado entre las mujeres inmigrantes, que han experimentado un aumento del 1,95 a 2,28 hijos por mujer.
A principios de este año, un informe de la Oficina Federal de Estadística de Alemania mostró que en 2016 la población alemana había crecido en su conjunto debido únicamente a la inmigración masiva.
Los cambios demográficos ya comenzaron a sentirse en ciudades como Frankfurt, donde el año pasado, por primera vez, los extranjeros superaron en número a los alemanes nativos que viven en la ciudad.
Las tendencias no han estado sin problemas, sin embargo. En la capital alemana de Berlín, muchas escuelas tienen una mayoría de estudiantes de origen inmigrante que ha llevado a la "intimidación religiosa" de niños principalmente musulmanes, según los maestros locales.
Hildegard Greif-Gross, directora de la Escuela Primaria Peter Petersen en Neukölln, afirmó que los estudiantes musulmanes atacarían a los alemanes, ahora en minoría, por tan poco como llevar un sándwich de jamón a la escuela para almorzar porque comer cerdo viola la ley islámica.
Esta semana, otro caso de intimidación religiosa fue noticia en otra escuela de Berlín después de que una estudiante rubia musulmana fuera intimidada por estudiantes musulmanes. Los padres de la niña se indignaron cuando el director les dijo que debería usar un pañuelo islámico para detener el acoso.
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