El gobierno de Hungría prohíbe una importante conferencia identitaria

Richard Spencer

Hungría prohibió una conferencia programada para finales de esta semana, del Instituto Nacional de Política (National Policy Institute) con sede en Estados Unidos, diciendo que considera a la organización extremista y racista.

El Ministro del Interior, Sandor Pinter, ordenó el lunes que los oradores programados de la conferencia no pudieran entrar en el país o permanecer en Hungría. Sr. Pinter dijo que estaba actuando bajo las instrucciones del primer ministro Viktor Orban en ordenar al jefe de la policía nacional utilizar todos los medios legales para evitar el evento.

En respuesta, dijo el presidente del NPI Richard Spencer, "Sólo puedo concluir que Viktor Orban y todo el mundo que está atacando a nuestra conferencia, temen lo que tenemos que decir."

NPI, con sede en el Whitefish, Mont.,  se describe como grupo de investigación independiente y fundación educativa "dedicado al patrimonio, la identidad y el futuro de los europeos en los Estados Unidos y alrededor del mundo." El Southern Poverty Law Center clasifica como una organización nacionalista blanca. Sr. Spencer ha abogado por la creación de "un Estado étnico-Blanco en el continente americano."

El Ministerio del Interior dijo que en virtud de la Constitución de Hungría, el ejercicio de la libertad de expresión no puede violar la dignidad humana de los demás o atentar contra la dignidad de la nación húngara o de cualquier comunidad nacional, étnico, racial o religioso.

"Desde [que llegó al poder en] 2010, este gobierno ha sido el bastión más fuerte en contra de cualquier forma de extremismo en Hungría y también en Europa Central", dijo el portavoz del Gobierno Zoltan Kovacs el lunes.

"Nos oponemos a esta conferencia desde todos los aspectos", agregó. 

El NPI dijo que perseveran y no cancelará la conferencia.

"Es importante recordar que ni Orban ni nadie nos ha acusado a nosotros realmente de romper o quebrantar ninguna ley, porque nosotros no lo hacemos. Por el contrario, es el gobierno húngaro que podría potencialmente romper una ley en este caso, una propia", dijo el NPI en su sitio web.

"Es cierto que las acciones del gobierno van a hacer que nuestra reunión sea un poco más incómoda de lo que debería ser. Pero la vida está llena de desafíos", dijo Spencer.

La conferencia programada se titula "El futuro de Europa: Perspectivas sobre la Geopolítica, Identidad y Nación." Los potenciales oradores incluyen al politólogo ruso e ideólogo Alexander Dugin, dijo el ministerio.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Hungría dijo que era "inaceptable que una organización racista extremista estadounidense pudiera celebrar una conferencia con los radicales rusos aquí en Hungría", y que dicha conferencia podría dañar la reputación internacional de Hungría. Sr. Dugin no pudo ser contactado para hacer comentarios.

La lista original de oradores incluyó también a Marton Gyongyosi, un miembro prominente del partido húngaro de extrema derecha Jobbik, que obtuvo más del 20% de los votos en las elecciones generales a principios de este año y es el tercer mayor partido en el Parlamento húngaro.

Para el lunes, el nombre del señor Gyongyosi había desaparecido de la lista de oradores programados. 

"La fecha de la conferencia choca con varios actos de campaña electoral," dijo el Sr. Gyongyosi, en referencia a las elecciones municipales el 12 de octubre "Por otra parte, casi no puedo simpatizar con las opiniones de algunos de los ponentes es decir, los de los racistas de Estados Unidos, No comparto sus ideologías en absoluto".

El lugar, Larus Conference Center, donde se celebraría la conferencia originalmente, dijo que había cancelado su contrato con los organizadores y será cerrado el 4 de octubre. La ideología del evento planeado "no cumple con el objetivo [de Larus] para garantizar las libertades civiles en el derecho de reunión para organizaciones y personas democráticas y civiles", dijo la gestión del Larus, en un comunicado. Varios partidos de la oposición húngara también se han opuesto a la conferencia.

The Wall Street Journal