viernes, 21 de septiembre de 2012

La amarga verdad sobre el multiculturalismo

Heinz Buschkowsky, alcalde del distrito Berlín-Neukölln que cuenta con un porcentaje de inmigración del 41%, ha escrito un libro sobre la inmigración y la multiculturalidad que le proporcionará una gran cantidad de críticas. Exponemos extractos exclusivos del libro.

Mi preocupación en la actualidad es la impotencia en la vida cotidiana, donde hoy en día roban productos en el supermercado, pasan por caja sin pagar y el cajero deja claro que no llamará a la policía por las represalias.

Al igual que si uno de ellos va de lado a lado en la acera y las demás personas deben esquivarle. Siempre que sea posible, como si de una luz roja se tratara, los alemanes deben mirar hacia delante, para no ser acosados por los "streetfighters" que salen de sus coches y le preguntan ¿Algún problema? ¿quieres resolverlo?

Allí donde van los más pequeños al igual que los mayores se ven amenazados por los jovenes con que les paguen un peaje o tasas para utilizar los columpios o sentarse en el banco. Al igual que se les pregunta a las mujeres jovenes si quieren un proceso de fertilización. Donde el conductor del autobús se le derrama cola cuando pide el billete.

Los más viejos, tienen que sufrir este comportamiento territorial y los más jovenes deben entender quién es el jefe.

Este desprecio constante demostrativo en sus costumbres, es cortesía de no seguir las reglas más simples, así como no saber comportarse en público. Esto se traduce en que la gente se pregunte: ¿Dónde estoy? ¿Sigo en mi ciudad? ¿Es aquí donde vivo?

Muchos llegan a la conclusión en algún momento de sus vidas que en realidad no le gusta esta gente. Piensan que si ellos no quieren vivir en paz y tranquilo conmigo, su deber es alejarse de ellos.

No existe excesos en un momento determinado, sino que es una cosa constante, algo que se repite continuamente y que los alemanes no tienen que decirles nada sobre su conducta, simplemente no les importa las reglas.

Por ejemplo, en Neukölln Sonnenallee a menudo estacionan en tres carriles. El primer coche está en la acera, el segundo en el carril de estacionamiento normal y el tercero en la segunda fila.

Sus enemigos son los odiados alemanes, ellos son el blanco de sus agresiones, y si te defiendes, rapidamente hacen una convocatoria a través de SMS, a los pocos minutos aparecen todos allí, que de inmediato adoptan una actitud agresiva. Consideran a los alemanes víctimas fáciles.

Esto afecta a cualquier persona en su vida cotidiana. Podría suceder que usted colisione con sus coche con una de estas personas. Es decir, si la otra persona involucrada en la discusión es claramente identificado como un inmigrante.

En este caso, usted y su oponente se verán envueltos a la velocidad de un rayo por varios "testigos" que han visto todo con exactitud. Y no es que los testigos le ayuden, sino que vendrán para que usted tenga que dar marcha atrás.

Así funciona, en caso de la duda, ayudar a tu etnia es lo correcto.

Criamos a nuestros hijos en la no violencia. Procuramos que la violencia no sea la forma de hablar en estos encuentros y esta forma de pensar la llevamos a nuestra descendencia. Otros simplemente enseñan a sus hijos a ser fuertes, valientes y valerosos. La situación de partida no es precisamente igual.

Bild.de

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