viernes, 19 de octubre de 2012

La Unión Europea manoteó el Premio Nobel de la Paz


Por Adrian Salbuchi - Millones de personas en todo el mundo quedaron atónitos e indignados ante el insólito anuncio de que el Premio Nobel de la Paz para el 2012 se adjudicaba nada menos que, ¡a la Unión Europea!

¿Cómo se le va a dar un premio por la Paz a una entidad que sistemáticamente apoya la destrucción económica y social de Grecia, impone condiciones sociales crueles a españoles e italianos al tiempo que apoya incondicionalmente con cientos de millones de euros a megabancos usureros, impone un presidente elegido antidemocráticamente (Herman van Rompuy) y, a través de su poderosa maquinaria de guerra de la OTAN, continúa con la destrucción de países como Irak, Libia, Afganistán y hoy se prepara para un ataque unilateral contra Siria e Irán? ¡Uno esperaría que la ‘Paz’ estuviera hecha de materia mucho más sólida!

Sin embargo, cuando se observa la conducta del Comité Nobel noruego a lo largo del último medio siglo, el premio por la ‘paz’ para 2012 no habrá de sorprendernos.

Violentos del pasado galardonados con el Premio de la Paz

Vale la pena repasar quiénes fueron algunos de los más ímprobos destinatarios del Premio de la Paz en el pasado, recordando que cuando Alfred Nobel lo instituyó en el año 1901, dejó aclarado en su testamento que el mismo siempre debiera ir a aquellas personas que “hayan hecho el mayor o mejor trabajo en pos de la fraternidad entre las naciones para abolir o reducir los ejércitos regulares y para preservar y promover congresos por la paz”.

De acuerdo. Algunos destinatarios del Premio Nobel no estuvieron mal elegidos: Albert Schweitzer en 1952, Georges Pire en 1958, la Cruz Roja Internacional en 1963, Martin Luther King en 1964, la Madre Teresa en 1979, Nelson Mandela en 1983 y Médicos sin Fronteras en 1999. Otros casos, sin embargo, nos dejan rascándonos la cabeza cuando recorremos los corredores del violento último medio siglo:

Asesinos de la Paz

Tomemos como primer ejemplo el caso del Premio Nobel de la Paz del 2009, Barack Obama, actual presidente de Estados Unidos. Carnicero de Libia; destructor de Siria; paladín de Israel en la destrucción de Palestina; mentiroso flagrante quien prometiera una política equilibrada de su país en Medio Oriente en su famoso discurso en la Universidad de El Cairo, para luego terminar ingenierizando insurrecciones y guerras civiles en toda la región (la mal llamada ‘Primavera Árabe’). A su vez Obama nombró a personajes clave de megabancos como Goldman Sachs, CitiCorp y otros para “administrar la economía” siempre en contra de los derechos humanos de las poblaciones de EE.UU. y del resto del mundo.

2002, Jimmy Carter, 39º presidente de EE.UU. “por sus décadas de esfuerzos incansables para lograr soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, promover la democracia y los derechos humanos, y adelantar el desarrollo económico y social”. Sin embargo, este es el mismo Carter que en 1973 fuera cofundador con David Rockefeller, Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger de la Comisión Trilateral, uno de los centros de planeamiento clave de los Dueños del Poder Global que pretende imponer un Gobierno Mundial sobre toda la humanidad, le guste o no. La presidencia de Carter marcó la casi total entrega del Gobierno de EE.UU. a la Comisión Trilateral, ya que todos sus funcionarios clave provinieron de esa entidad: no sólo el presidente, sino también el vicepresidente, los secretarios de Estado, Tesoro y Defensa junto con subsecretarios, embajadores clave y comandos militares.

2001, la Organización de las Naciones Unidas y Kofi Annan “por su trabajo para un mundo mejor organizado y pacífico”. ¡Esto sí que parece una broma de muy mal gusto! Hoy la ONU es una mastodóntica entelequia hipócrita, injusta y cobarde, que no sólo ha demostrado su total incapacidad para evitar la guerra, sino que -todo lo contrario- ha promovido y sancionado ataques genocidas de la OTAN contra Irak en 2003, Libia en 2011 y en 1982 apoyó incondicionalmente los ataques colonialistas del Reino Unido y EE.UU. contra Sudamérica durante la guerra contra la Argentina por las Islas Malvinas/Falkland.

1990, Mijail Gorbachov. Quizás Gorbachov haya ayudado a tirar abajo el bloque comunista y demoler el Muro de Berlín, pero sólo para luego entregar las nobles naciones de la ex Unión Soviética y de Europa Central a la devastación maliciosa perpetrada por los megabancos parasitarios occidentales y las mafias locales que hundieron a esa región en la pobreza, el sufrimiento y la muerte. Gracias a Gorbachov, Rusia debió sufrir una década infame de desgobierno a manos de Boris Yeltsin hasta que –por suerte para Rusia y el mundo– Vladimir Putin se hizo cargo de la conducción del país enfrentando a las mafias internas y a los imperialistas hegemónicos externos. Hoy, los rusos le tienen tan poco aprecio a Gorbachov que éste debió crear su Fundación Gorbachov con el apoyo de los Rockefeller instalando su sede en… ¡¡Massachusetts, EE.UU.!! Es más, entre los miembros del directorio de esa Fundación hallamos a personajes como el ex director de la CIA (y miembro del Council on Foreign Relations y la Comisión Trilateral) John Deutch. ¿¿Qué claro??

1978, Menachem Begin. Este caso realmente mete miedo… Darle un premio por la paz a quien fuera un líder terrorista ultra fundamentalista pareciera superar lo imaginable. Begin fue jefe de la banda terrorista Irgun Zvai Leumi responsable en los años cuarenta por infinidad de ataques terroristas contra cientos de miles de civiles palestinos que se vieron obligados -a sangre y fuego- a abandonar sus tierras y viviendas para entregarlas a fanáticos sionistas venidos de Europa. A Begin se lo recuerda especialmente por haber perpetrado el ataque con bombas contra el Hotel Rey David de Jerusalén, sede de la Autoridad Británica en Palestina en julio de 1946, causando casi un centenar de muertos.

1973, Henry Kissinger. De triste recuerdo en Sudamérica por su Plan Cóndor que dio apoyo, armamento, entrenamiento y cobertura mediática y diplomática a militares golpistas en Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay en los años setenta. Claro… eran los años de Guerra Fría en que EE.UU. utilizaba a esos militares traidores en su “guerra contra el comunismo”. Los muertos fueron centenares de miles. Los vientos de la ‘Democracia Made in USA’ aún no soplaban…

Politiquería por la ‘Paz’

Cuando el Comité Nobel no estuvo ocupado premiando a señores de la guerra, terroristas, asesinos y agitadores, se dedicó a apoyar todo objetivo político alineado con los intereses de los Dueños del Poder Global:

2007, Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y al ex vicepresidente estadounidense Al Gore Jr. “por sus esfuerzos en la construcción y diseminación de mayores conocimientos acerca del cambio climático causado por el hombre, para sentar los cimientos para las medidas que necesitan instituirse para contrarrestar tal cambio”. Luego se demostró que este proceso altamente mediático era no sólo una exageración científica, sino también una mentira flagrante. El calentamiento global –según lo explicara Al Gore en su película al mejor estilo Disney que le valió un Oscar de Hollywood– ha servido para promover paradigmas favorables a un Gobierno Mundial, instando a que “todo el mundo se una” bajo una “única autoridad global”, liderada por supuesto por la superpotencia más contaminante del planeta: Estados Unidos y sus aliados preferidos.

1989, El 14º Dalai Lama (Tenzin Gyatso). Este premio formó parte de la presión permanente ejercida por los Dueños del Poder Global contra China, como también lo fue el premio por la paz del 2010 otorgado a Liu Xiaobo, por su “larga lucha a favor de derechos humanos básicos en China”.

1986, Elie Wiesel. “Presidente de la Comisión del presidente de EE.UU. sobre el Holocausto”. Wiesel fue artífice clave en el uso y abuso del sufrimiento de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Transformó el ‘Holocausto’ en virtual marca registrada, lo que llevó al profesor judío de la Universidad de Nueva York Norman Finkelstein a denominarlo ‘La industria del Holocausto’, según el título de su importante libro homónimo publicado en el año 2000. Wiesel elevó al ‘Holocausto’ en instrumento político y arma de chantaje para extraer miles de millones de dólares de todo tipo de bolsillos, desde la propia diáspora judía mundial, pasando por grandes corporaciones alemanas y bancos suizos, hasta los Gobiernos de EE.UU., Reino Unido y la UE. Siempre para apoyar y justificar los actos de genocidio perpetrados por Israel en Palestina y otros países.

1980, Adolfo Pérez Esquivel. “Líder de los derechos humanos; fundador de organizaciones no violentas de defensa de los derechos humanos contra la junta militar que gobernaba su país (Argentina)”. Se trata de un mediocre y hasta ese momento perfectamente ignoto personaje argentino, quien le vino muy bien a EE.UU. llegado el momento para empezar a deshacerse de la junta militar argentina, que el propio Plan Cóndor de Kissinger había ayudado a instaurar en 1976. Para entonces los vientos de la ‘Democracia Made in USA’ comenzaban a soplar…

1983, Lech Walesa. A través del Movimiento Solidaridad polaco, resultó ser pieza clave en lograr que Polonia se transformara en una suerte de cabeza de playa para colapsar al bloque comunista, en una compleja operación de tira y afloja que incluyó al Vaticano y su entonces muy popular papa polaco, Juan Pablo II.

Volvamos entonces al premio de este 2012. Se sabe que la decisión unánime de otorgarlo a la Unión Europea fue tomada por un panel presidido por el noruego Thorbjoern Jagland, a su vez secretario general del Consejo de Europa.

Jagland aboga activamente por el ingreso de su Noruega natal en la Unión Europea, a pesar de que en dos oportunidades en 1972 y 1994 Noruega votó en contra de ingresar en la EU.

¡Un claro ‘Alerta Roja’ para Noruega!

Esta vez la excusa para el galardón es que “la Unión Europea ha ayudado a transformar a Europa de un continente en guerra a un continente en paz”.

¡Bien harían los miembros del Comité Nobel en pasearse por las calles de Atenas, Madrid, Barcelona, Roma, Milán, París, Londres, Dublín y leer los grafiti en las paredes!

Agencia Nacionalista de Noticias

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