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| Johra Kaleki y su hija Bahar Ebrahimi |
Johra Kaleki, de 40 años que vive en el vecindario de la ciudad de Dorval, en Canadá, apuñaló a su hija en el año 2010 por estar rebelándose en casa. La mujer dijo a la policía que su hija era una chica rebelde que había pasado dos noches seguidas en la calle. Su travesía habría manchado la imagen de su familia, según su madre, motivo por el cual apuñaló a su hija en la cara, cuello, hombros y brazo. Su hija, Bahar Ebrahimi de 19 años, sobrevivió al ataque, pero quedando en estado muy grave.
Durante meses, Bahar Ebrahimi había estado rebelándose contra sus padres, quejándose continuamente de su cultura afgana y de su religión musulmana, alegando que la asfixiaban. Según la declaración de la madre, su hija le había dicho que "Quiero disfrutar de mi vida. Quiero sentir lo que los demás sienten".
Para la madre, Johra Kaleki, todos sus esfuerzos por llevarla hacia el buen camino habían fracasado. "Sentí que nunca me haría caso" dijo al sargento Alexander Bertrand en un vídeo en el interrogatorio.
Johra Kaleki, que había nacido en Afganistán con una educación muy estricta en el islam, dijo en un momento dado, "Quiero matarla!" "Es mi hija y me impide hacer lo que quiero".
Su marido, alertado por los gritos de Bahar, se precipitó escaleras abajo y agarró el cuchillo de Kaleki. "Le dijo a mi marido que me dejara terminar" dijo la mujer. Después de quitarle el cuchillo, la mujer intentó ahogar a su hija con sus manos, lo que le permitió a Bahar escapar escaleras arriba. La joven de 19 años entró en su habitación para llamar al 911, mientras que Kaleli intentaba tirar la puerta abajo con repetidos golpes.
Durante el juicio, la hija sostiene que su madre había gritado "Es por tu bien, Déjame terminar".
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