Erase una vez, en concreto en el año 1680, había una mansión llamada Westsura en Surahammar, del que era propietario un hombre que tenía en ella una ferretería. Más tarde, un sacerdote se hizo cargo de la casa y de la granja que la rodea. En los tiempos modernos, fue el hogar para los adictos a cargo de una organización llamada Attendo, que cuida de discapacitados, ancianos o adictos.
En otoño del año pasado, Attendo firmó un acuerdo con la Junta de Inmigración de Suecia y pusieron a disposición la mansión de Westsura para el alojamiento temporal a los refugiados. En ella había hasta 130 solicitantes de asilo, principalmente para personas que venían de Afganistán, Eritrea, Somalía y en menor medida para los de Irak y Serbia. En diciembre de ese año había solo 42 solicitantes de asilo y en enero de este año solo quedaban cinco de ellos. El resto de los solicitantes por razones desconocidas no querían quedarse en esa casa.
Dado que la vivienda fue abierta para los inmigrantes, ha dado constantemente problemas a los policías. Un antiguo solicitante fue arrestado bajo sospecha de agresión contra los miembros del personal. Otro trató de incendiar la mansión histórica. Una solicitante informó también de que había sido asaltada por otra mujer.
Y recientemente se ha dado un nuevo caso.
Un hombre llamado Farouk Grillo de 27 años de edad y de origen nigeriano fue acusado de la violación de una menor sueca de 13 años. El hombre había solicitado asilo político y se encontraba en la mansión de Westsura en Surahammar para los refugiados temporales.
En la noche del 9 al 10 de junio violó a la niña de 13 años en una de las duchas de la mansión.
Las pruebas revelaron que el hombre había dejado semen en la vagina de la niña. La pequeña que no tenía ninguna conexión con su violador o con los trabajadores del centro, no pudo detallar lo sucedido.
El abogado de la niña, Jacob Asp dijo que "quería una explicación razonable de por qué se había encontrado ADN en el cuerpo de la pequeña".
Aún así, la fiscal, Helena Lundgren afirmó que contaba con mucha información al respecto para poder acusarlo y condenarlo, añadiendo que creía fielmente en la versión de la niña.
Farouk fue sentenciado a tres años de prisión, y al termino de su condena a ser deportado a Nigeria, con la prohibición de solicitar asilo en el país por un mínimo de 10 años.
Ulrik Åshuvud, Jefe de Unidad de la División de Migración en Västerås, aplaudió con alegría por la inauguración del centro en diciembre del año pasado. Hoy en día, no está tan contento como antes.
Ulrik fue conciso en sus declaraciones, y entre otras cosas dije que Farouk Grillo no había demostrado ningún signo de enfermedad mental o de comportamiento violento, y que nunca antes había tenido contacto con la policía.
Visto en: Muslimrapewave
Avpixlat, Sd-Thomas
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